En la Casa de Nariño hay total expectativa por los resultados de varias encuestas que están a punto de ser reveladas en torno del impacto en la opinión pública del ataque de las Farc en el Cauca, el rompimiento por parte de esa guerrilla de su tregua unilateral, la reacción del Gobierno a esa circunstancia y el coletazo en la marcha y nivel de apoyo al proceso de paz. Los cálculos más optimistas señalan que el presidente Santos habría perdido alrededor de cinco puntos de imagen por esta difícil coyuntura, mientras que otros temen que su imagen positiva se ponga por debajo del 40 por ciento. Habrá que esperar.
Campanazo por restitución
Muy preocupados quedaron en el alto gobierno con el debate que se dio esta semana, citado por el senador Armando Benedetti, sobre la política de restitución de tierras. Si bien la Unidad de Restitución de Tierras replicó los señalamientos del congresista de La U sobre bajas metas de devolución de predios a los despojados y desplazados y el poco trabajo de la jurisdicción especial creada para este proceso, en los pasillos de la Casa de Nariño hubo alerta porque en los últimos meses el presidente Santos ha dado reiteradamente un parte positivo de este programa y no se entiende cómo ahora, incluso desde la orilla de la Unidad Nacional, se pone en duda la eficiencia del mismo. No se descarta, por lo tanto, que se haga un acto público, radiotelevisado, en que se pongan en blanco y negro las cifras y se despejen todos los interrogantes al respecto.
Control a días sin carro
Tras la polémica en la capital del país, con el ánimo de que las jornadas de restricción de tráfico vehicular no puedan ser decretadas de manera discrecional por los alcaldes, se presentará un proyecto de ley que si bien respetaría la autonomía de los mandatarios seccionales para ordenar lo relativo al tráfico de automotores y motos en su respectiva jurisdicción, fijaría un marco legal estricto para que las llamados “Días sin carro” deban responder, primero, al cumplimiento de una serie de requisitos sobre impacto económico, oferta de otras modalidades de transporte público masivo, obligatoriedad y seguimiento de los efectos ambientales y, sobre todo, instancias de socialización y pedagogía con suficiente antelación a cargo de la respectiva administración. El proyecto empezó a ser confeccionado y se buscaría un aval del Ministerio de Transporte.
Más proyectos
No sería el único proyecto que sobre el tema del transporte el Congreso le tendría que meter el diente este año. Ya están en curso los relativos al problema de la legalización del mototaxismo y el bicitaxismo, que se han convertido en una modalidad de movilización de carga y pasajeros muy extendida en todo el país. Igualmente se anunció otra iniciativa para regular el servicio de los taxis que prestan el servicio por medio de plataformas tecnológicas, tipo Uber. Habría otras iniciativas relativas a mayores condiciones y requisitos para expedir licencias de conducción, sobre todo a menores, así como una reforma al Código Nacional de Tránsito, que en otras ocasiones se ha hundido en el Parlamento.