“Recibiremos propuestas de participación política” | El Nuevo Siglo
Lunes, 29 de Abril de 2013

El jefe negociador del Gobierno afirmó que ni el Ejecutivo ni la guerrilla participan en el foro que se realiza en Bogotá.

 

Por medio de un comunicado, Humberto de La Calle dijo que el estado debe garantizar la participación política de la oposición y consolidar el estatuto de garantías.

 

Este es el texto completo del jefe negociador del Gobierno:

 

En el día de ayer se inició en Bogotá el Foro sobre participación política organizado por la Oficina de Naciones Unidas en Colombia y el Centro de Pensamiento para la Paz de la Universidad Nacional.

Todos los procesos de paz exitosos abren las fronteras de la participación política y ciudadana a las nuevas fuerzas.

Sin armas, el Estado ofrece las garantías necesarias para que el antiguo grupo al margen de la ley se incorpore a la democracia.

Desde la Constitución del 91 en Colombia se viene abriendo paso a una mayor participación ciudadana. En el compromiso de brindar garantías, es útil que el Estado amplíe el marco de la participación y consolide un estatuto que garantice los derechos de la oposición.

Esto hace parte del ímpetu reformista que es necesario preservar.

 

Para ello, es posible revisar con carácter general los mecanismos y formas de participación para continuar ampliando y modernizando nuestra democracia.

En especial, en el presente contexto, es pertinente profundizar los mecanismos orientados hacia las comunidades locales. Allí debe tomar nuevo impulso la participación ciudadana, la que se expresa en el quehacer diario y no solo en las grandes decisiones nacionales.

Esperamos que las propuestas que surjan de este Foro sirvan como insumos a la Mesa de Conversaciones.

Ya lo hemos dicho y hoy quiero repetirlo: ni Gobierno ni guerrilla participan en este evento, ya que su finalidad es recoger de parte de los ciudadanos y las distintas organizaciones sociales sus propuestas y opiniones. Es un escenario de participación pluralista, ordenado y útil del que esperamos nutrirnos para la discusión en la Mesa de La Habana.

 

Este es el esquema acordado para una participación fructífera en la Mesa. Como ya es conocido, se prevén foros temáticos para los puntos de la agenda, la Página Web y los formularios físicos en alcaldías y gobernaciones.

Invitamos a todos los ciudadanos a expresar sus opiniones.

Todo ello en relación, como no nos cansamos de repetir, de la Agenda concreta pactada en el Acuerdo General.

A propósito, quiero aclarar que hace pocos días la delegación de las Farc hizo público un documento que contiene las 100 propuestas de ese grupo sobre diversos temas políticos, sociales, económicos e institucionales de la vida nacional.

 

Entendemos que dichas propuestas contribuyen a la conformación de la plataforma programática de este grupo, y que solo serán incorporadas en la discusión de la Mesa en la medida que hagan parte de manera estricta de los puntos contenidos en la Agenda.

Así mismo, las Farc han aludido públicamente de nuevo a la doctrina militar y al tamaño de las fuerzas armadas. Estos temas tampoco serán materia de discusión en La Habana y, menos aún, pueden ser precondiciones para la posible participación efectiva de la guerrilla.

Es necesario decir que para la delegación del Gobierno, una cosa son las garantías renovadas de participación, las cuales garanticen a las Farc su incursión segura en la política, y otra muy distinta la decisión sobre la situación de sus dirigentes.

 

La pregunta sobre quién de ellos, en cada caso, puede ser elegido, corresponde al punto donde se aborden los temas de justicia.

Ese es un asunto que debe ser tratado más adelante en el escenario de la justicia transicional, en el que no solo cuenta la voluntad del gobierno.

Hay decisiones de otras ramas del poder y hay compromisos internacionales de Colombia.

 

Pero también es crucial la actitud de la guerrilla. Es esencial su voluntad para garantizar la reparación, la verdad, la justicia y la garantía de no repetición.

Y, por fin, en esta materia, será la voluntad de los colombianos la que señale el límite al cual podemos llegar como sociedad.