El proyecto del gobierno griego de ampliar hasta el día domingo la apertura de los comercios para combatir la recesión y el desempleo recibió numerosas críticas y dio pie a una improbable alianza de los comerciantes, los sindicatos y la Iglesia.
El gobierno del primer ministro griego conservador, Antonis Samaras, presentó en el Parlamento un proyecto de ley que propone la apertura "opcional" de siete domingos al año a los que las autoridades locales pueden añadir otras jornadas de trabajo dominical. El Parlamento examinará el texto esta semana.
Para el ejecutivo, esta iniciativa "alienta la libre competencia y entra en el marco de los planes europeos de promover el pequeño comercio".
En Grecia, salvo en las zonas turísticas y centros comerciales, las tiendas cierran el domingo, excepto durante las Navidades y las rebajas cuando los comerciantes voluntariamente incumplen la regla.
Sin opiniones
Pero el nuevo proyecto de ley "fue redactado sin ninguna consulta" a los principales interesados, según la asociación de comerciantes de Atenas.
En un país en el que las pequeñas y medianas empresas (PYME) y el pequeño comercio familiar estructuran una parte importante de la actividad económica, los detractores de la apertura dominical temen que estas tiendas de tamaño modesto, ya diezmadas por la crisis, no puedan permitirse contratar una ayuda para el fin de semana.
La ganancia esperada es hipotética en un país con un consumo debilitado, añaden.
"¿Quieren deshacerse de nosotros definitivamente?", preguntó al gobierno el jefe de la asociación de artesanos griegos, Georges Kavvathas. "¿Las 120.000 tiendas cerradas estos últimos años no les bastan?"
La asociación de trabajadores del sector privado tampoco mostró mucho entusiasmo y calificó las esperanzas del gobierno de "realidad virtual". "Hay 1,5 millones de parados en nuestro sector y el 35% de los asalariados tienen varios meses de atrasos salariales".
Conceptos encontrados
El paro en Grecia alcanzó el 27% de la población activa durante una recesión que ya dura seis años.
La apertura a la competencia de una economía nacional proteccionista y de precios bastante elevados es una de las recetas defendidas por los acreedores del país (UE-BCE-FMI).
En cambio, entre las grandes cadenas de tiendas la apertura dominical es muy popular, para disgusto del sindicato comunista Pame que teme que esta iniciativa sólo sea la antesala de la extensión del trabajo en domingo "al conjunto de la clase obrera".
El sindicato convocó una manifestación para mañana contra un proyecto de ley que pretende "aumentar los beneficios y la explotación de los trabajadores".
Estos argumentos no serán los únicos que pesen en la conciencia de los diputados a la hora de pronunciarse: la inevitable Iglesia griega no permaneció al margen de estas protestas.
El muy rigorista obispo del Pireo, Seraphim amenazó con la excomunión a los parlamentarios favorables a la ley.
El jefe de la Iglesia griega, el arzobispo Ieronymos, también mostró su rechazo y afirmó que "la vida no son sólo cifras, todo el mundo necesita descanso"./AFP