El nuevo presidente de Paraguay, Horacio Cartes, un magnate novato en política, aparece como una esperanza en un país agobiado por la pobreza y la corrupción de sus dirigentes, mientras sus socios del Mercosur le dieron la bienvenida y pusieron fin a su aislamiento derivado de la crisis institucional de junio pasado.
Los paraguayos eligieron el domingo a Cartes, un multimillonario tabacalero y dirigente deportivo de 56 años, que se alzó con el 45,8% de los votos, devolviendo al poder al tradicional partido Colorado, que gobernó el país de 1947 a 2008.
"En 2008 la gente estaba harta del modelo que encabezaba entonces el expresidente colorado Nicanor Duarte y votó por la esperanza que representaba Fernando Lugo. Pero tuvo una terrible decepción. Y ahora la ciudadanía volvió a decepcionarse" con los liberales, dijo este lunes el sociólogo Gustavo Becker en un programa televisivo.
El apoyo a Cartes es "un voto a la llama de la esperanza", remarcó.
El propio Cartes, cuyo éxito empresarial y su fama de pragmático capaz de captar inversiones y generar empleo son considerados sus mayores activos, confirmó esa visión este lunes.
"Me están entregando un cheque al portador", dijo en otro programa de televisión, en alusión a la "enorme esperanza" que, apuntó, depositaron en él los votantes después de una "gran desilusión".
Ese sentimiento se percibe en la calle.
"Es un candidato nuevo. Nos alienta", afirmó a la AFP María Franco, de 30 años, dueña de un local de venta de comida, mientras tomaba tereré, una infusión fría de yerba mate, con su hija.
Cartes, que venció a su principal rival, el senador oficialista Efraín Alegre (36,94% de los votos), encarna para muchos la expectativa de un país mejor luego del último período de gobierno, que ganó hace cinco años el izquierdista Fernando Lugo gracias a una alianza con el partido Liberal, tradicional rival de los colorados que aportó el 70% de los votos.
Lugo, destituido en junio pasado por "mal desempeño" tras un conflicto rural que dejó 17 muertos y desató una crisis política que aisló a Paraguay de los foros regionales, fue sucedido por su exvicepresidente, el liberal Federico Franco, quien entregará el poder a Cartes el próximo 15 de agosto.
Bienvenido otra vez
La transparencia del proceso electoral, que se desarrolló ante unos 1.500 observadores extranjeros y nacionales, garantiza el retorno de Paraguay al Mercosur y a la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), de los cuales fue suspendido tras la destitución de Lugo, tachada de "golpe parlamentario" por sus socios de la región.
Los mandatarios de Argentina, Cristina Kirchner, y de Uruguay, José Mujica, felicitaron a Cartes el domingo y dijeron que esperan a Paraguay en la próxima cumbre del bloque, que se realizará en junio en Montevideo.
Cartes destacó este lunes la "super buena onda" de Kirchner y reiteró su compromiso de "poner a Paraguay primero" también en el plano internacional.
El mandatario electo no sólo enfrenta desafíos en términos de empleo, inseguridad creciente y corrupción generalizada para impulsar el desarrollo del país, donde según cifras oficiales 40% de la población vive en la pobreza.
Además, debe cumplir su promesa electoral de renovación de las estructuras partidarias, que muchos consideran responsables del fracaso electoral colorado en 2008 y que pueden minar su gestión.
"Es un líder nuevo, pero el partido es el mismo de antes y eso es lo muy preocupante", dijo a la AFP Andrew Nickson, un académico británico especialista en Paraguay, que considera que si Cartes busca cambios encontrará gran resistencia en sus propias filas.
El peso del pasado
Próspero empresario y dirigente del club de fútbol Libertad, campeón paraguayo, Cartes fue señalado por sus adversarios por contrabando de cigarrillos y vínculos con el narcotráfico. También han remarcado que en 1985 estuvo preso tres meses por un caso de evasión de divisas, del que fue finalmente sobreseído en 2002.
"El pasado del presidente electo Cartes como uno de los principales empresarios del país, junto con su escasa experiencia política y su presunta participación en innumerables actividades ilícitas, prometen dominar la oposición a su presidencia", indicó un informe de Maplecroft's, una consultora global de análisis estratégico, al que tuvo acceso la AFP.
Paraguay sufre de manera endémica males como el contrabando, la piratería, la producción y tráfico de drogas y la impunidad. La consultora también dijo que se espera que el clientelismo, una práctica arraigada, persista.
"El riesgo de corrupción puede aumentar en el mediano plazo y generar tanto riesgos en términos legales como de reputación para las empresas que operan en el país, especialmente aquellas con estrecha interacción con funcionarios del sector público, tanto a nivel local como nacional", dijo.
Este lunes representantes de la OEA y de Unasur, parte de los 300 observadores extranjeros que supervisaron los comicios, destacaron el "ejemplar desarrollo" de la jornada electoral.
Sin embargo, la misión de la OEA llamó la atención sobre una práctica conocida como "encerrona" o "corralón" observada en el Chaco Paraguayo (noroeste), por la cual "miembros de comunidades indígenas son transportados a los lugares de votación el día de los comicios previo encierro de uno o dos días en estancias de la zona", indicó en un comunicado.
Instó a investigar, penalizar y prevenir esta práctica "no extendida" pero que afecta los derechos humanos, así como la compra de cédulas que motivó la suspensión de un senador colorado el viernes pasado. Dijo haber constatado además la compra de votos en algunos centros.