Raza y justicia en EU: bomba de tiempo | El Nuevo Siglo
Jueves, 30 de Abril de 2015

PROTESTAS que degeneran en violencia, militarización para reimponer el orden, fuertes pronunciamientos de dirigentes políticos, promesas de investigaciones exhaustivas  y  muy contadas condenas para quienes segaron la vida de ciudadanos  negros  en actos  policiales, por simple sospecha,  se han vuelto  un ciclo repetitivo  en Estados Unidos.

Once casos registrados en 9 meses  (seis en 2014 y cinco en lo que va corrido de este año) además de reflotar los problemas de vieja data de racismo y brutalidad policial, está “disparando” los resentimientos no sólo de la comunidad afroamericana, sino de la población en general, ante múltiples pruebas que evidencian que esas víctimas no cometieron delito alguno.

La muerte del joven  Freddie Gray, hace tres días en Baltimore, es la más reciente de una estela de fallecimientos de ciudadanos afros ocurridos en varios estados de EU bien por reacción inmediata policial al sentir amenazada su seguridad o por excesos en sus maniobras de arresto e interrogatorio.

Y si bien cabe destacar que la brutalidad policial no es una práctica generalizada y lo ocurrido puede rotularse como  casos excepcionales, su ocurrencia y recurrencia están alimentando rencor y hasta sentimientos de venganza en una comunidad afectada  por la pobreza, falta de oportunidades, discriminación y delincuencia.

 Sin duda lo que está ocurriendo en Estados Unidos  es un problema de “raza y justicia” que  debe enfrentarse  ya, tal  y como lo acaba de señalar  la precandidata presidencial demócrata Hillary Clinton.

"Tenemos que hacernos cargos de algunas duras verdades sobre raza y justicia en Estados Unidos"…Hay algo profundamente equivocado cuando hombres afroestadounidenses tienen todavía muchas más posibilidades de ser registrados y detenidos por la policía, inculpados de crímenes y condenados a sentencias más largas que sus compatriotas blancos”, señaló Clinton en un discurso en la Universidad de Columbia, Nueva York, donde propuso reformas al sistema judicial penal y penitenciario del país.

Y a renglón seguido agregó que "De Ferguson a Staten Island y Baltimore, las patrones se han vuelto inconfundibles e indiscutibles", en referencia a los incidentes de jóvenes negros desarmados abatidos por la policía ocurridos desde mediados desde el año pasado en distintas partes del país.

El lunes, tras el funeral de Gray en Baltimore, se registraron disturbios que dejaron más de 140 vehículos quemados, 20 policías heridos, 235 sospechosos arrestados y cientos de comercios saqueados, obligando a las autoridades a aplicar un toque de queda que se mantendrá hasta el fin de semana.

Pero no sólo las muertes han indignado a la comunidad. Si bien tras ellas se han registrado violentos disturbios,  éstos se repiten –y con mayor intensidad- una vez los policías responsables de las mismas no son inculpados o exonerados por la justicia. Es lo que los manifestantes tildan de impunidad total y aducen que ello es una muestra más de “racismo”.

En este marco,  Clinton pidió ofrecer "reformas reales que puedan ser sentidas en las calles, en los tribunales, en las cárceles y en comunidades que han sido abandonadas durante mucho tiempo". Entre esas medidas, propuso impulsar en todo el país mejores prácticas policiales, por ejemplo con cámaras corporales para todos los agentes de Estados Unidos para filmar sus intervenciones con la población, algo que algunas ciudades ya han comenzado a hacer en programas pilotos.

Además, se refirió a la necesidad de modificar el sistema penal y carcelario, recordando que de los más de dos millones de estadounidenses detenidos actualmente (el 25% de la población mundial encarcelada), "un porcentaje significativo" han cometido delitos menores.

Clinton puso el acento en el daño social que esto provoca. Uno de cada veinte niños crece con un padre en prisión, una realidad que golpea particularmente a la comunidad afroestadounidense, ya que 1,5 millones de detenidos son hombres negros.

 Su pronunciamiento se dio horas después de que el  presidente Barack Obama considerara que  los disturbios en los que culminaron las manifestaciones en reacción a la muerte de Gray generan "preguntas preocupantes" sobre las relaciones entre la policía y las comunidades negras.

"Hemos visto demasiados casos de agentes teniendo contactos con personas, especialmente negros y casi siempre pobres, en formas que generan preguntas preocupantes", manifestó. Y a ella agregó ayer que los policías implicados en la muerte de esos ciudadanos deben rendir cuentas y que la clase política debe emplearse a fondo para solucionar los problemas que afectan a las comunidades.

 "Pienso que todos como país debemos hacer una reflexión. Esto no es nuevo. Ha sido así durante décadas", concluyó el presidente Obama.

Y amén de esa reflexión nacional, estatal o local, lo que urge es la adopción de medidas eficaces para evitar más casos como los registrados , que no sólo tienen a la policía en el “ojo del huracán”, sino que se están convirtiendo en  motor de ira, de alcances impredecibles,  en un sector de la comunidad afroestadounidense. Es una bomba de tiempo que urge desactivar.

 

Los casos

 17 julio (2014): Eric Garner, de 43 años, muere asfixiado durante un arresto violento en Staten Island, luego de que policías sospecharan que vendía cigarrillos en la calle de forma ilegal. El responsable no fue inculpado.

 9 agosto: Michael Brown, de 18 años, es abatido por un policía blanco, Darren Wilson en Ferguson.  Exoneradoel policía implicado.

 11 agosto: Ezell Ford, de 25 años, desarmado y quien según su familia sufría de problemas mentales y esquizofrenia, es abatido en Los Ángeles  por dos policías cuando caminaba por la calle. 18 agosto: John Crawford fue baleado por la policía cuando en un supermercado veía una pistola de juguete.

 20 noviembre: Akai Gurley, de 28 años, muere a tiros "por accidente" del agente Peter Liang en las escaleras mal alumbradas de un edificio de Brooklyn. El policía fue acusado de homicidio involuntario.

22 noviembre: Tamir Rice, de 12 años, juega con un arma de juguete en un parque cuando es abatido por un policía en Cleveland. El agente no podía distinguir si se trataba de un arma real.

6 marzo (2015): Tony Terrel Robinson, de 19 años, muere en Madison en manos de un policía. Se publica un informe abrumador contra la policía de Ferguson por racismo. 

 9 marzo: en Georgia  un policía blanco mata a Anthony Hill, 27 años, un hombre desarmado que sufría problemas mentales.

 2 abril: Eric Harris, un hombre negro de 44 años y con antecedentes penales, es abatido por el sheriff voluntario Robert Bates (73 años) tras un control caminero. Bates afirmó que creía haber desenfundado su  Taser. Fue procesado por homicidio culposo pero liberado.

 7 abril: un policía blanco, Michael Slager, de 33 años es  acusado de asesinato en North Charleston tras difundirse un video que lo muestra disparando ocho veces por la espalda a Walter Scott, un negro desarmado de 50 años. 

 19 abril: Freddie Gray, de 19 años, muere en circunstancias no aclaradas tras ser arrestado en Baltimore. Fue inmovilizado violentamente y cuando falleció su columna vertebral estaba seccionada a la altura de las cervicales. /EL NUEVO SIGLO con AFP