Moody's recortó la nota de 26 bancos italianos, incluyendo Unicredit e Intesa Sanpaolo, en hasta cuatro escalones, debido, según la agencia calificadora, a su vulnerabilidad ante las crecientes dificultades en la eurozona.
"Las notas para los bancos italianos están ahora entre las más bajas entre los países europeos avanzados, reflejando la suceptibilidad de estos bancos a los ambientes operativos adversos en Italia y Europa", indicó.
Su hipótesis es de un retroceso del Producto Bruto interno de 1,9% en 2012.
"Los bancos son vulnerables a la renovada recesión en Italia, dados sus ya elevados niveles de créditos problemáticos y debilitado rendimiento. Estos riesgos se ven exacerbados por las preocupaciones de los inversionistas sobre la sostenibilidad del peso de la deuda del gobierno italiano, lo cual ha contribuido a las difíciles condiciones financieras generales que enfrentan los bancos italianos", añadió la agencia.
Los principales bancos incluidos en el anuncio son Unicredit, Intesa Sanpaolo, Banco Popolare di Milano, Unione di Banche Italiane, Banca Sella Holding, Banco Popolare Societa Cooperativea, y Credito Emiliano.
Diez bancos fueron degradados del grado de inversión al de especulativo (junk-grade o alto riesgo), y dos de ellos bajaron cuatro escalones: Banco Popolare di Cividale y Banco Popolare di Spoleto, que descendieron de Baa1 a Ba2.
Todos los bancos fueron puestos también en perspectiva negativa, una advertencia de que son posibles nuevas degradaciones.
El potencial de nuevos recortes "es aumentado por la posibilidad de rápidos incrementos en créditos problemáticos, como se ha hecho evidente luego de inspecciones de supervisión en algunos bancos italianos", agrega Moody's.
"Reconocemos sin embargo que los bancos italianos evolucionan en un contexto menos tenso que -por ejemplo- los bancos portugueses", agrega la agencia.
Moody's percibe "desafíos cada vez mayores para la calidad de los activos y un debilitamiento de las performances de explotación, en un momento en que los préstamos problemáticos y las provisiones por pérdidas de crédito aumentan".
La agencia advierte sobre un "acceso restringido a la financiación en el mercado, que si persiste, pondrá una presión adicional sobre los bancos para reducir sus activos, representando riesgos para su imagen y sus beneficios".
Los bancos italianos participaron en las grandes operaciones de refinanciación en tres años del Banco Central Europeo en diciembre y febrero pasados.