Tras ocho días del paro nacional agrario que ha generado graves consecuencias económicas y afectado la movilidad en varios departamentos, muchos se preguntan sobre el papel del Congreso en esta problemática.
Aunque se han creado comisiones para mediar entre manifestantes y Gobierno, en esta ocasión no parece tan clara la intervención de los congresistas.
En este sentido el presidente de la Cámara de Representantes, Hernán Penagos, negó la supuesta pasividad del Parlamento en la intervención de las manifestaciones durante el año.
“Para nada, en el caso de la Cámara de Representantes ha sido muy activa en la protesta social, al punto que fuimos muy protagonistas para conjurar el paro de los cafeteros. Lo que ha ocurrido es que el paro actual fue mutando; era un paro cafetero y se volvió agrario, por lo cual no se tiene claridad sobre las vocerías de cada uno de los sectores. No se sabe si es una mesa nacional que hay en Bogotá, si son voceros regionales, si están organizados o no. Ahí hemos querido ser prudentes para que cuando nosotros participemos, podamos hacer una tarea importante y no simplemente hacerlo como una decisión mediática”, explicó.
En este sentido afirmó que en la actualidad las comisiones accidentales dialogan con los mineros, y con los profesores comienzan conversaciones esta semana.
“En el sector minero la semana pasada se sentó la Comisión Accidental creada para el efecto y van avanzando de manera importante, sobre todo en lo que tiene que ver con la formalización de los pequeños mineros. En el tema educativo ya la comisión se instaló la semana pasada, se va a sentar esta semana con Fecode y el Gobierno”, expresó Penagos.
Bancada agraria sin atención
A su turno, la presidenta de la Comisión Quinta, Maritza Martínez, que maneja temas del Régimen agropecuario, reprochó la falta de atención que tuvo por parte del Gobierno la Bancada Agraria, creada hace tres meses para tratar las problemáticas del sector.
“Tengo quejas al respecto. Desde la legislatura pasada conformamos la Bancada Agraria en el Senado. Dijimos que el tema agropecuario iba a colapsar en algún momento, que el Gobierno requería un acompañamiento de los congresistas. La bancada se conformó con cerca de 16 senadores. Le oficiamos al Gobierno para notificarle que estaba lista para presentar propuestas y que invitaba a un gran diálogo nacional agropecuario. Sin embargo, nunca obtuvimos respuestas. Hoy estalló el paro que veníamos anunciando y veíamos con preocupación”, manifestó.
De otra parte, el liberal Guillermo García Realpe, exvicepresidente del Senado, afirmó que ha acompañado al Gobierno nacional y a las bancadas de otros departamentos en la solución de las problemáticas.
“El sábado acompañé a los congresistas de Boyacá y de Cundinamarca promoviendo que el Gobierno atienda a los campesinos. El domingo vinimos con el Ministro del Interior a Ipiales. Estamos en esa ciudad promoviendo unos acuerdos para que el Gobierno mantenga una política permanente”, dijo.
García, quien está interviniendo en el caso de los campesinos de Nariño, sostuvo que parte del origen de las manifestaciones, es el incumplimiento por parte del Ejecutivo de los acuerdos con los paperos establecidos en mayo pasado.
“El Congreso en los meses pasados estuvo con debates en plenaria y en comisiones facilitando el acercamiento con los cafeteros, donde jugó un papel muy importante. En mí caso estamos interviniendo como mediadores en el departamento de Nariño donde quizás está más duro el paro”, enfatizó el Senador.
Paro difícil
Finalmente, el presidente del Senado, Juan Fernando Cristo, señaló que este no es un paro que se pueda resolver en un día, no obstante las conversaciones van por buen camino.
“Este no es un paro para resolver en un día, hay unos problemas estructurales. Vamos por buen camino, espero que se puedan solucionar temas como el del departamento de Boyacá”, señaló el Congresista.
Sobre la afirmación del Presidente Santos quien dijo que el paro nacional no existía, declaraciones que han causado polémica, Cristo declaró que fueron mal interpretadas.
“Ceo que hubo un malentendido en su interpretación. De lo que se trata es de enviar un mensaje al país que sigue su marcha más allá de las protestas, de que no podemos parar la economía y de que de una manera esas protestas están comenzando a ser atendidas en el tema cafetero y de otros sectores agrarios. Hay que mirar el contexto de estos ocho días. Tampoco el país se puede atemorizar ni asustar porque haya protesta social. Si se hace de manera pacífica, esas movilizaciones son sanas para la democracia”, anotó.