El ex presidente Uribe planea comenzar a estructurar, aunque sin el respaldo de muchos parlamentarios que fueron sus aliados de antes, el movimiento que tratará de impedir la reelección del presidente Santos en el 2014.
El ex ministro Oscar Iván Zuluaga confía en ser el candidato presidencial de Uribe, sin correr en las urnas la misma mala suerte de Enrique Peñalosa en Bogotá y de Federico Gutiérrez en Medellín.
El ex ministro Andrés Felipe Arias abriga la esperanza de que la Corte Suprema escuche la voz de su jefe y reconozca que es un “prisionero político”.
El ex ministro Sabas Pretelt espera que la Justicia le diga de una vez qué va a pasar con él en el dilatado proceso de la Yidis-política.
Secretarios y asesores. El ex secretario de Palacio Bernardo Moreno aguarda que la misma Justicia compruebe que no en vano su mentor lo pone a la cabeza de “los impolutos” del pasado gobierno.
Votos similares formula en sus oraciones el ex secretario Jurídico de la Casa de Nariño Edmundo del Castillo, a quien misteriosamente todavía no le pasa nada.
En su asilo panameño, la ex directora del DAS María del Pilar Hurtado cuenta con que el presidente Ricardo Alberto Martinelli (en aras de la amistad con Uribe) no permita su extradición a Colombia.
El ex comisionado Luis Carlos Restrepo quiere salir incólume, el 20 de enero, de la audiencia de imputación de cargos que le ha anunciado la Fiscalía General. Dos días antes recibirá homenaje convocado por Uribe.
Las resistentes. La fiscal Vivianne Morales sueña con resistir las nuevas embestidas de la “gavilla” que anhela verla presentando renuncia del cargo al que la ternó el presidente Santos.
La ex directora del CTI Marilú Méndez jura que convencerá a la Justicia de su inocencia en las anomalías millonarias que rumbaron en Fondelibertad, entidad para la que dictaba conferencias a $ 40 millones cada una.
Lo mismo harán los Nule y los Moreno, los del sonoro escándalo del carrusel de la contratación en Bogotá.
Otros aspirantes. El ex presidente de la Cámara César Pérez abriga la esperanza de que una vez sea condenado por la masacre de Segovia, se le traslade a las confortables instalaciones carcelarias de Yarumito, en Itagüí, donde ya están Mario Uribe Escobar, primo del ex presidente, y Guillermo León Valencia, hermano menor de los Valencia Cossio.
El Directorio Nacional Conservador espera que la Sala Penal de la Corte no le vaya a desbaratar la bancada senatorial, al producir las primeras decisiones alrededor de los congresistas que se beneficiaron del contubernio con la Dirección de Estupefacientes.
El Jefe Único de lo que queda del Liberalismo Simón Gaviria anhela fumar la pipa de la paz con el ex presidente Samper y el ya casi ex gobernador Serpa.
Para tranquilidad del olimpo santista, el vicepresidente Angelino Garzón tiene confianza plena en alcanzar la Secretaría General de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) con sede en Ginebra, Suiza.