Putumayo sin concentración de tierra por baldíos | El Nuevo Siglo
Lunes, 11 de Abril de 2016

En Putumayo no ha existido concentración de la propiedad sobre la tierra que tenga como origen la política estatal de adjudicación de baldíos. Así lo asegura un informe que reflexiona sobre el legado que han dejado en este departamento, desde distintas perspectivas, la configuración del territorio a causa de la tenencia y uso de la tierra hasta los conflictos que allí se generan. 

 

El informe denominado ‘Petróleo, coca, despojo territorial y organización social en Putumayo’, elaborado por el Centro Nacional de Memoria Histórica, será lanzado este jueves en la ciudad de Mocoa.

El estudio indica que un 96,3 por ciento de los predios adjudicados en Putumayo en este periodo son menores o iguales a 100 hectáreas, lo cual no excede la Unidad Agrícola Familiar (UAF) calculada para municipios como Puerto Asís (120 hectáreas).

 

En su segundo capítulo el informe estudia el papel de la industria petrolera en el último siglo de la historia de Putumayo. Específicamente qué ha desempeñado ésta en los procesos de poblamiento, colonización y apropiación de tierras, así como en el comportamiento de la economía cocalera, el conflicto armado y las luchas sociales de las comunidades rurales putumayenses.

La industria petrolera ha tenido un gran peso en la configuración territorial de Putumayo, especialmente en las tierras ubicadas en el piedemonte y la llanura amazónica.

 

“Las familias campesinas y los pueblos indígenas que durante los años cincuenta habían sido expulsados del altiplano nariñense por el modelo hacienda-minifundio, convirtieron los lugares de trabajo abiertos por la Texaco, en el suroccidente de Putumayo, en espacios de colonización. En ese contexto se creó el municipio de Orito y se organizaron muchos de los asentamientos que durante el auge de la economía de la coca (años ochenta y noventa) se convertirían en nuevos municipios, corregimientos e inspecciones de policía”, explica el Centro Nacional de Memoria Histórica.

 

Sin embargo, a principios de la década de los 80 la Texaco abandonó la explotación petrolera en Putumayo, después de haber agotado los pozos del campo petrolero Orito 1. Desde entonces, la producción de petróleo entró en un periodo de crisis.