"SI ELGobierno tiene realmente un compromiso de paz como nosotros creemos, qué hace ahí un funcionario en el ministerio de la guerra atacando permanentemente el proceso" de paz, dijo ayer a la prensa el jefe guerrillero Luis Alberto Albán, alias Marcos Calarcá, uno de los delegados de las Farc en las conversaciones de paz en La Habana.
Los reproches se deben a que el ministro de Defensa, Juan Carlos Pinzón, declaró el lunes que los jefes de las Farc se dan "la gran vida" en Cuba mientras sus combatientes viven penurias en la selva colombiana, tras la publicación de una foto que muestra a varios delegados de paz de la guerrilla paseando en un yate.
Albán afirmó que Pinzón es "un ministro de la guerra que nunca se ha referido ni ha llamado y mucho menos combatido, al paramilitarismo" y es "funcional a los enemigos de la paz".
Albán también arremetió contra la prensa colombiana, a la que acusó de mentir sobre los diálogos de paz, que se empantanaron el lunes cuando parecía inminente un acuerdo entre ambas partes sobre participación política, segundo de los cinco puntos de la agenda.
"Hay mucho influjo de aspectos negativos en torno al proceso, que se inventan especulaciones y no encontramos la misma influencia de posiciones positivas que ayuden al proceso" de paz, dijo, afirmando que "la prensa miente" y "calla algunas declaraciones" de la delegación de las Farc.
Tras conocerse unas fotos divulgadas por el expresidente Álvaro Uribe donde se ven los miembros de las Farc como si estuvieran disfrutando de unas vacaciones, Pinzón, criticó la actuación de esa guerrilla en plenas conversaciones de paz.
“El que diga que las Farc buscan la igualdad se estalla de la risa”, dijo, quien sostuvo que mientras los guerrilleros están viviendo como reyes en el exterior, la mayoría de sus integrantes en Colombia aguantan hambre y pasan dificultades.
Ministro Juan Carlos Pinzón
El que diga que las Farc buscan la igualdad se estalla de la risa
Guerrillero Marcos Calarcá
Nunca se ha referido ni ha llamado y mucho menos combatido al paramilitarismo