Agobiados por la criminalidad y el desempleo que supera el 15%, los puertorriqueños empezaron a ser cortejados desde ayer por los precandidatos republicanos, que por primera vez van a la isla en busca de delegados y fondos para sus campañas.
El domingo se celebra en Puerto Rico un caucus donde están en juego 20 delegados, pero la gran contradicción de esta inédita presencia de los precandidatos republicanos es que los puertorriqueños, si bien son ciudadanos de Estados Unidos por una ley de 1917, no tienen derecho a votar en las elecciones presidenciales si viven en la isla.
Rick Santorum llegó ayer a Puerto Rico para adelantarse tres días a su rival Mitt Romney, que arribará sólo mañana, un día después que su esposa Ann, con quien asistirá a actos de campaña en este territorio que desde 1952 es estado libre asociado a Estados Unidos.
"Iremos allá adonde haya votos", dijo el ultraconservador Santorum al anunciar su agenda en Puerto Rico, donde se reunirá con el gobernador Luis Fortuño, asistirá a un consejo de autoridades locales y se entrevistará con medios de la isla.
A los dos principales rivales de la contienda republicana, se suma Fred Karger, un precandidato prácticamente desconocido, abiertamente homosexual que dice ser la opción más moderada para rescatar al partido. Karger estará en la isla hasta el lunes próximo.
"El partido Republicano está listo para este proceso primarista", dijo El comisionado electoral del Partido Republicano en Puerto Rico, José Meléndez.
Con 3,7 millones de habitantes y una población electoral que ronda los dos millones de personas, se estima que el próximo domingo acudan a votar en la primaria republicana unos 150.000 votantes, según indicó Meléndez.
En Estados Unidos viven 4,6 millones de puertorriqueños, según el censo de 2010 y, de acuerdo al departamento de Ciencias Políticas de la Universidad de Florida, esta comunidad suele votar por el partido Demócrata.
Los portavoces de la campaña de Romney en Puerto Rico dijeron que no realizará actividades de recaudación de fondos, pero Santorum y Karger sí contemplan participar en eventos para obtener dinero, entre ellos, cenas donde los comensales pueden pagar desde 5.000 hasta 10.000 dólares dependiendo de la cercanía del candidato en que se ubiquen los candidatos republicanos.
Romney llega a la isla con el apoyo del gobernador puertorriqueño Luis Fortuño, quien respaldó al multimillonario exgobernador de Massachussetts en las primarias de Florida en enero pasado.
En su cortejo a los boricuas, Romney prometió que al llegar a la Casa Blanca apoyará que Puerto Rico se convierta en el estado número 51 de Estados Unidos, si lo aprueban los puertorriqueños en un referéndum no vinculante que se prepara para este año.
Por el momento Newt Gingrich no ha confirmado ninguna visita a la isla mientras que Ron Paul es impulsado como abanderado en la defensa de los derechos constitucionales y en la solución de la crisis económica por la que atraviesa Estados Unidos y Puerto Rico, según su delegado Luis del Valle.
AFP