Decisivo ante el Chelsea, Ángel Di María no puede permitirse la complacencia: el argentino, que costó 63 millones de euros para intentar ayudar al París SG a alcanzar la final de la Liga de Campeones, sabe que será muy observado frente al Manchester City en la ida de los cuartos de final.
El Parque de los Príncipes, frustrado por tres eliminaciones consecutivas en cuartos, firmaría desde ya poder ver a "Angelito" hacer diabluras. A estas alturas la presión es grande, pero él, que fue clave en la Décima del Real Madrid (10º título continental del club) en 2014, sabe perfectamente cómo estar a la altura de las expectativas.
Pese al golpe en la tibia, recibido la semana pasada con Argentina, no se perderá la cita y lo hará en un gran estado de forma.
Si su fortaleza es evidente, tras un primer semestre de adaptación, su primera temporada en el PSG es ya un éxito.
Las estadísticas lo atestiguan, ya que el centrocampista argentino suma 13 goles, 3 de ellos en Champions, y 14 asistencias, 2 en Europa, en 37 partidos en todas las competiciones.
Pero hay algo más que las cifras. Su influencia en el juego parisino es clara y ha sido una de las claves esta temporada en el equipo de Laurent Blanc, matemáticamente campeón de Francia por cuarto año consecutivo.
Los parisinos han dado un salto en cuestiones como la densidad de juego, la mejora técnica y una mayor variedad ofensiva. Resumiendo, Di María hace mejor a sus compañeros.
- 'Ibra' el más beneficiado -
El gran beneficiado de la llegada del Fideo es el sueco Zlatan Ibrahimovic, que está firmando su mejor temporada tras cuatro años en París.
Si el coloso sueco está siendo tan decisivo en los duelos de Champions, como en el cruce de octavos ante el Chelsea (dos goles y una asistencia), la influencia del argentino le ha ayudado.
Su entrenador se deshizo en elogios hacía su extremo izquierdo tras ganar en Stamford Bridge (2-1).
"Hay que ser muy listo para moverse como Ángel. Sobre todo, tiene esa capacidad para acelerar el partido y una excelente visión de juego. En partidos cerrados como este, hay que ganar el centro del campo. Hay que intentar plantear un problema táctico al adversario en ese sector del juego. Eso es lo que ha hecho tan bien Ángel", aseguró Blanc.
Solidario en el repliegue defensivo, Di María tiene sobre todo las llaves del juego ofensivo con una gran libertad de movimiento.
"Eso nos facilita tener la posesión. Estamos muy satisfechos porque en ese apartado Ángel fue un problema permanente para el Chelsea", añadió el entrenador. "No sabían dónde estaba, en qué zona del campo aparecería. Y nosotros sabíamos en por dónde buscarle", continuó.
- "Gran libertad" -
Sin duda frente al Manchester City, un equipo que prefiere atacar que defender, Blanc querría ver a Di María hacer algo parecido.
Por eso, el rosarino tiene otras armas a disposición de sus compañeros, como son los pases en profundidad, que han permitido a Ibrahimovic quedarse más arriba, y los saques a balón parado.
"Es el entrenador quien decide dónde y cómo debe jugar un futbolista. Pero creo que el jugador tiene que sentirse cómodo para que se pueda adaptar. Eso es lo que me ha pasado aquí y debo darle las gracias a Blanc por ello. Desde el principio todo está claro, el sabía como hacerme jugar y no cambió de parecer. Me dio una gran libertad", confesó el argentino de 28 años hace poco a la BBC británica.
"Soy muy feliz en París, no fue el caso de Mánchester", añadió recordando su mala temporada pasada en las filas del United. "Por eso decidí irme, no solo para ser feliz, pero también para ganar títulos", concluyó. París quiere lo mismo que él.