En la Secretaría General de la Cámara, el ministro de Agricultura ad hoc, Juan Fernando Cristo, y el superintendente de Notariado y Registro, Jorge Enrique Vélez, radicaron el proyecto de ley para crear zonas de interés de desarrollo rural, económico y social (Zidres) para beneficio del sector campesino, que pretende incrementar la productividad de los terrenos baldíos en el país.
Este proyecto permite que los empresarios accedan a la tierra de los campesinos para que de manera asociativa estos aporten la tierra como primera opción o si no lo vendan. Dichas alianzas productivas propenden por vincular a pequeños productores organizados, al sector privado, con el fin de desarrollar proyectos a mediano y largo plazo sin que los campesinos tengan que renunciar a la propiedad de la tierra.
El ministro Cristo dijo que la iniciativa “será un instrumento muy eficaz hacía el futuro para el posconflicto porque buscará fundamentalmente un mayor desarrollo agropecuario, generación de empleo y oportunidades para los campesinos que son quienes más han sufrido la violencia”.
De acuerdo a las declaraciones del superintendente Vélez, este proyecto busca la creación de zonas especiales para el fomento de proyectos productivos que beneficien a los campesinos sin tierra y promuevan la inversión de capital en el agro.
Vélez explicó que este proyecto de Ley fue diseñado bajo dos preceptos: el primero, el deber del Estado de promover el acceso progresivo a la propiedad de la tierra y a otros servicios públicos rurales con el fin de mejorar el ingreso y la calidad de vida de la población campesina, y el segundo, en el entendido que existen zonas en donde la productividad implica mayores esfuerzos, tanto económicos como de asociatividad.
Para del desarrollo de estos proyectos en las zonas Zidres se constitución de alianzas productivas, las cuales propenden por vincular a pequeños productores organizados y al sector privado, con el fin de desarrollar proyectos a mediano y largo plazo; sin que los campesinos tengan que renunciar a la propiedad de la tierra.
“Estas alianzas también se podrán desarrollar en terrenos baldíos de la Nación sin que el estado renuncie a su propiedad, ajustado al cumplimiento de indicadores sociales y económicos”, indicó Vélez.
Abecé de las Zidres
-Las Zonas de Interés de Desarrollo Rural y Económico (Zidres) son áreas geográficas aisladas de los centros urbanos más significativos; son tierras que demandan elevados costos de adaptación productiva; tienen baja densidad poblacional y altos índices de pobreza.
-Éstas también, carecen de infraestructura mínima para el transporte y comercialización de los productos, y, por sus características agrológicas y climáticas, resultan inapropiadas para desarrollar industrias agropecuaria de gran impacto para el empleo y la producción nacional.
-Por recomendaciones de la FAO el modelo de desarrollo planteado es aplicado con éxito en otros países como Brasil y Argentina.
-El proyecto de ley garantiza la propiedad privada y los derechos adquiridos de acuerdo a la Ley Civil.
-Da seguridad jurídica a las transacciones entre los asociados, sin desconocer la prevalencia del interés público sobre el particular.
-Las Zonas de Interés de Desarrollo Económico y Social (Zides) como zonas especiales para el fomento de proyectos productivos beneficiaran a los campesinos sin tierra y promoverán la inversión de capital en el agro; atendiendo a la importancia que tienen esta clase de proyectos, para el desarrollo económico del país y el fortalecimiento del sector rural, por medio de la que se materialice la mencionada política y se reglamenten las alianzas productivas sugeridas a través de la expedición de los correspondientes decretos, siendo posible continuar con el desarrollo agropecuario y forestal.
Beneficios
-Garantizar la propiedad privada y los derechos adquiridos con arreglo a las leyes civiles,
-Dar seguridad jurídica a las transacciones entre los asociados, sin desconocer la prevalencia del interés público sobre el particular.
-Reglamentar las alianzas productivas sugeridas a través de la expedición de los correspondientes decretos, siendo posible continuar con el desarrollo agropecuario y forestal.
-Este proyecto permite que los empresarios accedan a la tierra de los campesinos (que muchas veces no son campesinos en la altillanura) para que de manera asociativa estos aporten la tierra como primera opción o si no lo vendan.
-Dichas alianzas productivas propenden por vincular a pequeños productores organizados, al sector privado, con el fin de desarrollar proyectos a mediano y largo plazo sin que los campesinos tengan que renunciar a la propiedad de la tierra.
-Estas alianzas también se podrán desarrollar en terrenos baldíos de la Nación sin que el estado renuncie a su propiedad, ajustado al cumplimiento de indicadores sociales y económicos.
-No se podrán hacer alianzas en predios de familias desplazadas o solicitados en restitución.
-Tampoco se podrán hacer alianzas en zonas de interés ambiental y minero.
-El proyecto contempla incentivos económicos y sociales para este tipo de alianzas
-El Ministerio de Agricultura es la entidad encargada de reglamentar, poner en marcha y vigilar el cumplimiento de estos acuerdos.
Inversionistas extranjeros destacan enorme potencial agrícola de la Altillanura
En junio, el presidente del Grupo Los Grobo, Gustavo Grobocopatel, ícono de la agricultura en Argentina y considerado el segundo productor de granos en América Latina, estuvo en Colombia observando el potencial de la altillanura.
Este Grupo, cuyo modelo ha sido elogiado por prestigiosas universidades como la de Harvard, conoció de primera mano el Conpes de la Orinoquía y de todo lo que hace el país en materia agrícola.
En reunión con el entonces ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, Grobocopatel se enteró de las inversiones que contempla el Conpes de la Orinoquía, de las tareas que adelanta la cartera.
Luego, los representantes del Grupo Los Grobo, en compañía del ministro Lizarralde se desplazaron a la altillanura, donde conocieron de primera mano experiencias de empresarios e investigadores que adelantan proyectos productivos en esta zona de la Orinoquía.
El ministro y Grobocopatel llegó hasta la vereda Carimagua, en Puerto Gaitán, Meta, donde se adelanta un proyecto agroempresarial de 2.800 hectáreas de producción de arroz, maíz y soja, con altos estándares de calidad y productividad.
En una finca de la zona, ubicada a más de 110 kilómetros de Puerto Gaitán, se llevó a cabo una reunión donde empresarios e investigadores, dieron a conocer al ministro Lizarralde, a los voceros de esta importante compañía Argentina, todos los pormenores de la experiencia productiva, las condiciones de las actividades agrícolas, comercialización, etc. Y, el estado de las investigaciones que se han realizado para esta importante zona.
Como características generales de la producción en esta parte de altillanura, señalaron los anfitriones, se presenta una sobreutilización de maquinaria, debido a lo corto de los tiempos productivos determinados por las etapas de invierno.
Igualmente, dijeron, se hace necesario por las condiciones del suelo, llevar a cabo una fertilización intensiva, especialmente en el segundo semestre.
En la información presentada se dio a conocer que el costo para preparación y enmiendas del suelo por sus difíciles condiciones es de alrededor de 2.871.00 pesos.
Las problemáticas que afectan la actividad productiva en esta zona y sobre las cuales llamaron la atención los productores a los funcionarios del Gobierno, tienen que ver especialmente con fortalecer la investigación y realizar inversiones en infraestructura, especialmente en vías.
También destacaron la labor que realiza Corpoica en el Centro de Investigaciones de Carimagua, la cual desde comienzos del Siglo XXI ha sido polo de desarrollo agropecuario en la altillanura y en la generación de tecnología para el impulso de las sabanas tropicales, lo cual se convierte en una ventaja para la producción de esta región.
Señalaron la necesidad de trabajar en desarrollar un sistema productivo que incluya diversos productos y destacaron la potencialidad que tiene la región para el cultivo de la soja, para el cual existen ventajas sobresalientes en cultivarlo y comercializarlo.
Luego del recorrido, Grobocopatel subrayó el gran potencial y las tremendas oportunidades productivas de la región.
Así mismo, destacó la determinación del actual Gobierno por adelantar una política decidida para invertir y desarrollar la altillanura.
De acuerdo con el empresario, primero deben llegar las inversiones públicas en temas como infraestructura e investigación y luego vendrán las inversiones privadas.
“Por primera vez estoy viendo que el Estado está poniendo el caballo adelante del carro”, dijo, utilizando un dicho de su tierra, para manifestar que se le está poniendo el orden y la determinación necesarias al tema.
“La altillanura es una región del planeta que no solo tiene un enorme y extraordinario potencial, también tiene el compromiso con la humanidad de producir alimentos”, dijo Grobocopatel.
Por su parte, Lizarralde recordó que la FAO determinó que nosotros éramos una de las ocho economías despensa del mundo, para darles alimento, pero tenemos que estar preparados para ello. Tenemos que mejorar nuestra logística, nuestra infraestructura, nuestra información tecnológica para poder estar preparados para llegar a esos mercados de una manera adecuada.
El ministro advirtió que sí nosotros seguimos pensando en producir, sin agregarle valor, sin hacer diferenciación, seguiremos en una economía absolutamente elemental. “Precisamente, lo que queremos darle a esta economía es valor agregado basado en productos agrícolas, piscícolas y pecuarios”.
El jefe de la cartera agropecuaria anunció que para darle dinámica al desarrollo de la Orinoquía, celebrará un convenio con la Universidad de los Andes para la administración del Conpes de la Altillanura.