Pocas veces los presidentes de la República en el país se atreven a descalificar de entrada un proyecto de origen parlamentario. Lo usual es que el ministro al que le corresponda, según el campo que aborde la iniciativa, manifieste los inconvenientes. A lo sumo el Presidente opta por la vía de objetar un proyecto que sale del congreso para su firma, manifestando de esta forma su desacuerdo, obligando a que el Parlamento revise el proyecto.

Sin embargo, el proyecto que busca prohibir a los profesores que dejen a los estudiantes tareas para hacer en casa logró, no solo que el presidente Santos lo calificara como una locura sino que se comprometió a hablar con el autor, congresista Édgar Espíndola (Partido de Integración Nacional –PIN), “para ver cuáles son los argumentos que tiene para ese proyecto de ley que, la verdad, no le veo mucho futuro”, enfatizó el Jefe de Estado.

Santos señaló que las tareas que dejan en el colegio ayudan a la formación de los estudiantes. Además dijo que con una iniciativa de este tipo se le estaría quitando la responsabilidad a los niños desde una corta edad.

En tanto que no es la primera iniciativa polémica del senador Espíndola pues a su haber también tiene el Día Nacional de la Biblia, el cual fue hundido en la pasada legislatura, así como el proyecto para permitir votar a los integrantes de la Fuerza Pública.

Por el momento Espíndola trabaja en el articulado del proyecto y a pesar de las críticas iniciales defiende su iniciativa. “Se quiere que los niños hagan las tareas en las aulas de clase con sus profesores y sus compañeros (…) no es que no se hagan tareas sino que se hagan en el colegio”.

Añadió que de esta forma los niños y jóvenes tendrían más tiempo para otras actividades lúdicas, de lectura y deporte. “Queremos tener niños libres para el amor y la solidaridad con un nuevo liderazgo en una estructura de cambio en el sistema educativo”, dijo el congresista de Boyacá.