Denunciar la gestión de la maltrecha banca española, sumida en una reestructuración que conllevará la supresión de miles de empleos, era el objetivo de varias protestas a las que estaban convocados este miércoles los trabajadores del sector en Madrid y otras ciudades de España.
"Se han destruido más de 30.000 puestos de trabajo desde el 2008, y todos los pronósticos hacen pensar que se destruirán otros 20.000 en este próximo quinquenio", afirmó la Unión General de Trabajadores (UGT), uno de los principales sindicatos del país que llamó a manifestar.
Según el Banco de España, el sector bancario, considerado como sobredimensionado en relación al tamaño del país, perdió más de 28.000 empleos entre 2008 y 2011, pasando de 270.855 trabajadores a 243.041. El número de sucursales bancarias pasó por su parte de 45.662 a 39.843.
Esta supresión de puestos agrava un desempleo que golpea a uno de cada cuatro trabajadores, y la mitad de los jóvenes, en España.
La manifestación convocada para la tarde ante el Banco de España en Madrid debía reunir a trabajadores de todo el sector bancario. Mientras tanto en Barcelona, Valencia, Ávila, Las Palmas de Gran Canaria o Segovia, protestaban los empleados de Bankia.
La mayor unión de cajas de ahorros del país y cuarto banco español por número de activos, Bankia, se convirtió en el símbolo de los excesos bancarios de la burbuja inmobiliaria española, en una época en que los créditos fluían a diestro y siniestro.
Su demanda de ayuda al Estado español en mayo precipitó la petición por Madrid de una ayuda europea al sector de hasta 100.000 millones de euros, 37.000 de los cuales ya fueron trasferidos, 18.000 de ellos sólo para Bankia.
La entidad, que cuenta 7,5 millones de clientes, tenía previsto presentar este miércoles a los sindicatos los sacrificios ligados a su reestructuración: hasta 2015 deberá suprimir casi 6.000 empleos, es decir el 28% de sus efectivos, pasando de 20.589 trabajadores a unos 14.500.
Para lograrlo, deberá cerrar también más de un tercio (39%) de sus sucursales.
También el Santander, primer banco de la Eurozona por capitalización, debía aprobar el miércoles la absorción de sus filiales Banesto y Banif, que conllevará la destrucción de 3.000 empleos, según fuentes sindicales.
Santander se limitó por el momento a anunciar el cierre de 700 sucursales, de las 4.664 que tiene en total las tres entidades en España.
La sangría afectará también a Banco de Valencia, que acaba de anunciar la supresión de 890 empleos, Novagalicia (hasta 2.500), BBVA (más de 1.000 según la prensa) e Ibercaja-Caja3 (casi 600).
La losa de los activos tóxicos
Maltrecho por el estallido de la burbuja inmobiliaria en 2008, el sector financiero de la cuarta economía de la Eurozona no ha logrado recuperarse y algunos bancos cargan con una pesada losa de activos tóxicos.
Unos 36.000 millones de euros de estos activos ya fueron trasferidos a la Sareb, el "banco malo" español impuesto por Bruselas.
Los empleados denuncian por su parte una gestión catastrófica del sector, de la que ahora pagan los platos rotos.
"Consideramos inaceptable que quienes han abusado de sus puestos directivos en las entidades financieras intervenidas por el estado, como el señor Rato (expresidente de Bankia, ndlr), entre otros, campen libres siendo responsables de haber llevado a la ruina a miles de familias españolas", afirmaba el sindicato UGT.
Rodrigo Rato, exdirector gerente del FMI y exministro de Economía, está siendo juzgado, junto a otros exdirectivos de Bankia, por delitos "estafa", "apropiación indebida" y "maquinación para alterar el precio de las cosas" ante el derrumbe del valor de la entidad.
Muy criticado por no haber evitado el fiasco bancario, el Banco de España acaba de admitir "carencias" en el trabajo de sus inspectores y propuso reforzar su poder de supervisión en las entidades españolas en un informe publicado el martes.
Negó sin embargo las informaciones publicadas por el diario El País que citaban un informe de inspectores del banco central español según el cual éste "miró a otro lado" ante los "indicios de delito".
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, anunció este miércoles que pedirá información al Banco de España "para corroborar esa información periodística porque evidentemente afecta de forma grave a la credibilidad de las instituciones".
Por otra parte, varias asociaciones denuncian fraudes masivos de bancos que vendieron productos tóxicos a sus clientes, como las denominadas "participaciones preferentes" que dejaron sin sus ahorros a decenas de miles de personas, una gran mayoría de ellas jubilados.
AFP