Tras terminar su gira por Timor Oriental, el pontífice llegó ayer a Singapur, la cosmopolita ciudad-Estado en donde cerrará una larga gira por el sudeste de Asia y Oceanía. En su último evento en Dili, capital timorense, un país con un 98% de población católica, tuvo un encuentro con jóvenes y el martes presidió una misa al aire libre con unos 600 mil fieles, que es casi la mitad de la población de esta nación que alcanzó la independencia en 2002. El máximo jerarca católico encabezará hoy en Singapur una misa en el estadio nacional antes de emprender el regreso a Roma mañana. Ayer, bajo un cielo nublado, fue recibido por una multitud en un parque de Singapur, bajo gritos de "¡Viva Papa Francesco!". Esta gira de 12 días, la más larga y lejana desde el inicio de su papado en 2013, implica un periplo de 33 mil kilómetros, que comenzó en Indonesia y Papúa Nueva Guinea.