La posibilidad de que se convoque a una Asamblea Nacional Constituyente ha caldeado el ambiente político y generado diversas posturas. Unos se se oponen a ella y otros la ven como una salida a la crisis de la Justicia.
El senador Mauricio Lizcano, tras oponerse a la convocatoria a una Constituyente, propuso convocar un referendo para que sea el pueblo el que decida sobre la reforma a la Justicia o al Estado que deben hacerse para evitar nuevas crisis institucionales.
“Pongamos a consideración de los colombianos a través de unas propuestas que haga el Gobierno, el Congreso y las Altas Cortes y que sean ellos quienes reformen la Constitución a través de un referendo sobre temas específicos de la justicia”, señaló Lizcano.
Entre tanto Horacio Serpa, senador del Partido Liberal, reiteró su propuesta al gobierno del presidente Juan Manuel Santos, para que se convoque a los colombianos en cinco años, no solo a refrendar el acuerdo de paz a través de una Constituyente, sino para buscar soluciones a la crisis de la justicia.
“En el momento en que se convoque a los colombianos a las urnas para refrendar los acuerdos de paz entre el Gobierno y las Farc, es oportuno incluir una papeleta, con el propósito que se le pregunte a los ciudadanos, si quieren o no que se convoque a una Asamblea Nacional Constituyente”, dijo.
El senador Lizcano dijo que “el problema de la justicia debe resolverse a través de un referendo porque este mecanismo democrático tiene dos componentes: uno, un gran acuerdo nacional entre los tres poderes públicos, el ejecutivo, legislativo y la judicial, y dos, la legitimidad que le de la ciudadanía con su voto de aprobación”.
Serpasostuvo que la papeleta debe aclarar que la nueva Constituyente se convocaría en cinco años, después de refrendarse los acuerdos. “Se convoca al pueblo colombiano para que en cinco años, con la participación popular, una Constituyente que reforme o sustituya a la Constitución de 1991”.
Lizcano considera que para recuperar la credibilidad y la confianza del pueblo en la justicia sería adecuado someter las decisiones que se tomen a un referendo.
Reiteró que “concertemos un texto y preguntémosle al pueblo y esa sería la forma más rápida y expedita de dar solución a los problemas de la justicia”.
Serpa señaló que por aquella época, las “aguas están calmadas. Hoy, la polarización es muy alta en el país, frente al proceso de paz que adelanta el Gobierno del presiente Santos y la guerrilla de las Farc, en La Habana, Cuba, desde hace más de dos años”.
“En cinco años, después de la firma de la paz, es una buena oportunidad para hacer una Constitución”, subrayó Horacio Serpa.
El senador Lizcano afirmó que ningún escenario o época es buena para poner en marcha una Constituyente de semejantes proporciones y que debe ser el Congreso, con las facultades actuales, la que reforme la justicia.
Sin embargo, el Gobierno nacional ha reiterado en varias oportunidades que la Asamblea Constituyente no es una propuesta viable bajo ninguna circunstancia.