El Gobierno cerró la puerta para que nadie en el país ingrese a las conversaciones de paz que sostiene con las Farc en Cuba. Sin embargo se han abierto algunos espacios a nivel nacional para que los colombianos presenten sus propuestas sobre el tema, como las mesas regionales que han adelantado las comisiones de Paz del Congreso y el foro de tierras en Bogotá.
No obstante el comprensible celo que ha mantenido el Gobierno en este tema, desde las regiones se siguen oyendo propuestas que buscan aportar al feliz término de las conversaciones. Una de ellas fue expresada por el presidente de la Asamblea de Cundinamarca, Hermes Villamil, del Partido Liberal, con relación al pedido de las Farc al Gobierno, de acordar un cese bilateral del fuego paralelo a las conversaciones en La Habana, a lo que el presidente Santos ha respondido que solo se dará este paso cuando se firmen los acuerdos.
El diputado Villamil dijo que “yo le propondría al Gobierno que escogiéramos cinco o siete departamentos que están en guerra desde los años 60 para que se declare el cese bilateral del fuego, para que la gente entienda qué es vivir en paz”.
Villamil explicó que no se trata de establecer zonas de distensión ni entregar porciones del territorio a la subversión sino “que negociemos bajo un cese bilateral del fuego, que el Estado silencie los cañones, que les dé un recreo a los soldados y a los policías y que la guerrilla haga lo mismo con sus militantes que no saben por qué disparan y por qué atentan contra los ciudadanos”.
Sin embargo el representante por Cundinamarca, Ángel Custodio Cabrera, de La U, se mostró contrario a esta propuesta. “Eso es muy delicado, prácticamente eso no puede ser una decisión política, es una decisión militar y de Gobierno central”. Añadió que “uno puede decir un cese bilateral, pero es muy peligroso, por ejemplo, en Cauca un cese el fuego significa abrir el corredor para armas, para narcotráfico y sobre todo en esas alianzas en ciertos sectores donde las Bacrim y los grupos ilegales están muy fuertes”.