Decenas de miles de maestros se manifestaron en varias ciudades de México contra una ley educativa aprobada por el Congreso en la madrugada, una iniciativa impulsada por el Ejecutivo para mejorar el deteriorado sector educativo y que los docentes amenazan con desobedecer.
Los inconformes son integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), una corriente disidente del Sindicato Nacional que se niega rotundamente a que sus puestos y salarios estén condicionados a una evaluación, como lo marca la nueva ley.
Así, los docentes venidos de varios puntos de México bloquearon las avenidas más importantes de la superpoblada Ciudad de México, lo que derivó en un caos vial que se ha venido repitiendo en las últimas dos semanas con afectaciones a los accesos de las cámaras del Congreso y del aeropuerto.
Además de la capital mexicana, la CNTE extendió su "jornada de desobediencia civil" a otros puntos del país, dijo a la AFP Rubén Núñez.
"Estamos en una fase de resistencia porque vamos a hacer caso omiso a los llamados de evaluación", explicó a la AFP Norma Cruz Vázquez, una de las representantes de la CNTE en el empobrecido estado de Oaxaca (sur), donde 70.000 profesores están en paro.
"Hay inconformidad porque esta reforma va afectar a todas las clases sociales", aseveró de su lado Rogelio Ojeda, otro maestro que portaba una pancarta que decía: "No a la privatización de la educación".
En el estado de Baja California Sur (noroeste), unos 400 profesores bloquearon los accesos al aeropuerto del balneario Los Cabos, y otros 500 docentes de La Paz, capital estatal, se alistaban para hacer lo propio.
Las protestas repercutieron también en Ciudad Juárez (norte) y en Tijuana (noroeste), con cerca de un millar de manifestantes en cada ciudad.
Peña Nieto firme, pese a descontento
Poco después de tomar el poder en diciembre, Peña Nieto signó con las principales fuerzas de oposición del país un inédito pacto para promover un paquete de reformas estructurales, entre ellas una educativa que busca terminar con el profundo rezago de ese sector.
En México, la segunda economía latinoamericana, un 24,7% de los jóvenes no estudia ni trabaja a pesar de que es el país que más presupuesto destina al profesorado de los 34 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), ya que un 93,3% del presupuesto educativo (6,2% del PIB en 2010) se destina a los trabajadores.
La reforma educativa ya había sido aprobada por el Congreso, pero aún faltaba validar las leyes secundarias que garantizarían su aplicación.
Así, tras recibir el visto bueno de los diputados, una amplia mayoría de los senadores aprobaron la madrugada de este miércoles la Ley del Servicio Profesional Docente, que contempla la evaluación regular de los maestros y puede condicionar a esos resultados sus ascensos, incrementos salariales y permanencia en el puesto.
El mandatario mexicano felicitó a los congresistas y afirmó a través de Twitter que "gracias a su importante decisión, los niños y jóvenes de México tendrán una educación de mayor calidad".
El gobierno ha defendido que esta reforma arrebatará poder al sindicato magisterial que, como otros colectivos laborales en el país, tienen influencia en la negociación de los presupuestos así como en el otorgamiento y manejo de las plazas laborales.
El secretario (ministro) de Educación, Emilio Chuayffet, aseguró este miércoles que con esta reforma "se acabaron la herencia y la venta de plazas" por parte de los propios docentes y que ahora el acceso al trabajo y ascensos se basará en el mérito.
Por su parte, los docentes alegan que las evaluaciones tienen como objetivo abrir la puerta a los despidos y creen que no tendrán en cuenta las complejas condiciones en las que dan clase en los estados más pobres del país, especialmente en el sur.
La nueva ley, que será promulgada próximamente por el Ejecutivo, prevé que a partir de julio de 2014 todos los profesores deberán presentar un examen cada cuatro años.
En caso de que un maestro no apruebe la evaluación tendrá oportunidad de presentar el examen dos veces más en un plazo de dos años. De no pasar estas pruebas su nombramiento de docente será dado por terminado y se le asignará otra tarea o se le ofrecerá un programa de retiro, indicó el Senado en un comunicado.