La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció el jueves la concesión a privados de los aeropuertos de Rio de Janeiro y Belo Horizonte, dos ciudades anfitrionas del Mundial de fútbol 2014, tras una licitación prevista para setiembre de 2013.
"La experiencia internacional muestra que los aeropuertos son un muy buen negocio", dijo Rousseff, y recordó que en febrero pasado, Brasil dio en concesión a privados por más de 20 años la gestión de tres aeropuertos: dos en Sao Paulo (Viracopos y Guarulhos) y el de Brasilia, rompiendo el monopolio de la estatal Infraero, que administra más de 70 aeropuertos del país.
Los aeropuertos, muchas veces congestionados y en mal estado, son uno de los principales problemas para el Mundial de Fútbol de 2014.
Rousseff indicó el jueves que los grupos privados deberán incluir en sus consorcios a un operador internacional que tenga "una experiencia en la gestión de un aeropuerto de al menos 35 millones de pasajeros por año".
Este operador deberá tener también "al menos 25% de participación" en el consorcio. Infraero conservará una participación minoritaria de 49%, al igual que en los tres aeropuertos ya otorgados en concesión.
Brasil se está convirtiendo en "un país de clase media" donde cada vez más personas usarán el avión, incluidos muchos de los "40 millones de brasileños que salieron de la miseria en el curso de la última década", dijo Rousseff.
El ministro de Aviación Civil, Wagner Bittencourt, declaró por su lado que habría inversiones de 11.400 millones de reales (unos 5.700 millones de dólares) en total de parte de los futuros consorcios privados: 6.600 millones de reales ( 3.300 millones de dólares) para el aeropuerto Tom Jobim de Rio (conocido como "Galeao") y 4.800 millones de reales (2.400 millones de dólares) para el aeropuerto de Confins en Belo Horizonte.
En los tres aeropuertos privatizados en 2012 por la suma récord de 14.000 millones de dólares, las exigencias para los consorcios privados fueron menores: un operador con experiencia en aeropuertos de al menos cinco millones de pasajeros anuales y una participación de este operador de al menos 10% en el consorcio.
AFP