Se trata del proyecto de ley número 125 de 2014 Cámara, “por medio de la cual se modifica el artículo 1025 del Código Civil”, radicado el 25 de septiembre por el representante por Bogotá, Rodrigo Lara, de Cambio Radical.
La iniciativa, que pasará a ser debatida en plenaria de la Cámara, pretende modificar el citado artículo del Código Civil, acerca de la figura de indignidad sucesorial, agregando dos nuevas causales por las cuales sus familiares serían indignos de suceder al difunto como herederos.
“Con esta propuesta se busca disminuir los casos de maltrato y abandono, en tanto desincentiva a los hijos o herederos directos de agredir a sus mayores, fomentando el respeto y garantizando que esta población vulnerable reduzca los factores de riesgo asociados al maltrato intrafamiliar”, indicó Lara.
Según la Secretaría de Integración Social de Bogotá, tan sólo en la capital al día son abandonadas dos personas mayores de 60 años. Esto significa que al año más de 730 abuelos son dejados en hospitales o calles.
Además el Instituto Nacional de Medicina Legal refleja en sus cifras, que desde el 2010 los casos de violencia contra el adulto mayor han aumentado progresivamente durante la última década en Colombia, y en lo corrido del 2013 se presentaron 1.364 casos de violencia contra adultos mayores.
"Estamos en deuda de fomentar políticas por el respeto a nuestros adultos mayores; resulta inhumano, y totalmente reprochable como los propios familiares abandonan a sus padres y abuelos en puertas de hospitales, calles o geriátricos. Sin embargo, aparecen después para reclamar presuntos bienes materiales o herencias", afirmó Lara.
Para el congresista, “es muy importante que se reconozca que la violencia en contra del adulto mayor representa un amplio riesgo, si se tienen en cuenta las perspectivas futuras sobre el aumento de su población, especialmente en los países en desarrollo. Sus efectos en el ámbito doméstico e institucional demuestran que se necesita tomar medidas y políticas que permitan frenar estos hechos, garantizando una vejez digna y libre de agresiones de carácter físico o moral”.