La decisión del Banco de la República de emprender una escalada en las tasas de intereses, no acabaría con el último incremento del 24 de febrero pasado sino que se extendería a mediano plazo por culpa de un exceso de demanda en el crédito.
De acuerdo al analista de la Universidad Nacional, Bernardo Ramírez, la única forma de frenar el alto consumo y la demanda del crédito es encareciendo el costo del dinero para desestimular a los usuarios financieros.
Sin duda el panorama económico del país no ha cambiado desde el año pasado y para el primer trimestre de 2012 la escasa información apunta a un crecimiento similar o levemente inferior al del cuarto trimestre de 2011.
Hasta el momento, el menor ritmo de actividad económica de los socios comerciales de Colombia no se ha visto reflejado en una disminución del valor de las exportaciones.
Por el contrario, las ventas externas industriales, excluyendo los bienes básicos de origen minero y agrícola, se aceleraron. Adicionalmente, el incremento en el precio del petróleo podría llevar a que los términos de intercambio se mantengan en niveles altos, superiores al promedio estimado para el presente año.
Sin embargo, indica un análisis de Correval, la falta de unanimidad de la Junta Directiva en cuanto a la decisión de incrementar la tasa de interés de referencia en 25 puntos básicos a 5.25 por ciento en la última reunión de política, ya había sido evidente de la relativa moderación
Para los analistas, lo interesante de la discusión es que no muchos aspectos han variado desde ese momento. En este sentido, indicadores líderes de la economía como la demanda de energía, la producción de cemento, el crédito de consumo y las exportaciones, siguen reflejando un alto dinamismo y en general, un bajo impacto del complejo contexto externo sobre la actividad productiva local.
Precisamente, se destaca el apartado de las minutas según el cual el crecimiento del primer trimestre de 2012 sería similar o levemente inferior al registrado en el cuarto del 2011 (estimado entre 5 por ciento y 6.2 por ciento según el mismo Banco de la República), lo que implicaría la continuidad de una expansión por arriba del PIB potencial.
Así, seguramente los codirectores que votaron por un nuevo incremento de tasas tenderán a mantener su posición en la próxima reunión de política a llevarse a cabo el 23 de marzo, en todo caso a la espera de nueva información.
Por el contrario, el resultado de la inflación de febrero (por debajo de la esperada por el mercado en cerca de 17 puntos), puede contribuir a una reducción de las expectativas de inflación por parte del mercado, lo que puede generar una menor urgencia de nuevos incrementos de tasas por parte de la Junta Directiva en el corto plazo.
“Por todo lo anterior, resulta claro que las próximas discusiones de política serán complejas y dependerán en un mayor grado, de la información venidera en términos de crecimiento económico, comportamiento de precios y del crédito”, sostienen los investigadores.
Señalan que “sin duda la disyuntiva enfrentada por los directivos del Emisor permite pensar que efectivamente el final del ciclo alcista de tasas puede estar cerca, por lo que nos mantenemos cómodos, al menos por ahora, con la estimación de 5.50 por ciento para 2012, el cual hemos mantenido desde el año pasado”.
En la medida en que se considera que este nivel de tasas se encuentra cerca de la neutralidad, el Banco Central debería alcanzarlo para estar en una posición más cómoda de cara a decisiones futuras.
En este sentido, lo cierto es que actualmente no existe espacio para una política expansiva, pero no se descarta la adopción de medidas macroprudenciales dependiendo del comportamiento de variables como el crédito y los precios de activos como la vivienda.
Sin embargo, se mantiene la percepción de que la tasa repo seguirá siendo la principal herramienta de política por lo menos hasta que se alcance el nivel neutral estimado por la autoridad monetaria.