La presidenta argentina Cristina Kirchner deploró este lunes por absurda una colonia en Malvinas en el siglo XXI, pero Gran Bretaña defendió el derecho de autodeterminación de los isleños, en sendos mensajes de homenaje a los caídos hace 30 años en la guerra.
Kirchner dijo que "resulta absurdo pretender a 14.000 km el dominio (de Malvinas) cuando las islas corresponden a nuestra plataforma marítima", en un acto de homenaje a los caídos, rodeada de excombatientes argentinos en la austral ciudad de Ushuaia, en una plaza azotada por vientos helados.
El primer ministro del Reino Unido, David Cameron, había emitido horas antes una declaración en la que sostuvo que su país "sigue firmemente decidido a hacer respetar el derecho de los habitantes de Falklands (nombre británico de Malvinas), el derecho a decidir ellos mismos su porvenir".
Unos 3.000 pobladores isleños, llamados 'kelpers' y que son ciudadanos británicos desde la guerra, no descartan la independencia del archipiélago ante el reclamo de su vecino y la promesa del petróleo en su territorio.
"Por el momento queremos ser británicos, pero puede ocurrir que la próxima generación en el ejercicio de su autodeterminación decida que lo mejor es la independencia", dijo a la AFP la legisladora local malvinense Jan Cheek.
En contraste, Kirchner afirmó en Ushuaia que "es una injusticia que en pleno siglo XXI subsistan enclaves coloniales (...), un total de 16 en todo el mundo, 10 de ellos del Reino Unido".
"No estamos reclamando ninguna otra cosa más que el diálogo entre ambos países para discutir la cuestión de soberanía, respetando el interés de los isleños, como lo señalan las resoluciones de las Naciones Unidas", dijo la presidenta argentina al evocar el conflicto en el que murieron 649 de sus compatriotas y 255 británicos.
La guerra estalló cuando la dictadura del general Leopoldo Galtieri invadió Malvinas para reintegrarlas a la soberanía argentina, perdida en 1833 por la ocupación británica, pero una fuerza despachada por la primera ministra Margaret Thatcher derrotó a los sudamericanos tras 74 días de conflicto.
La derrota causó el colapso del régimen dictatorial argentino, que tuvo que llamar a elecciones en 1983, en tanto que Thatcher recuperó su debilitada popularidad y logró la reelección.
Pese a que ambas partes siguen intransigentes, la secretaria general de Unasur, María Emma Mejía, se reúne el lunes en Nueva York con su homólogo de la ONU, Ban Ki-moon, para entregarle una declaración de apoyo de los 12 países de la región al reclamo de Argentina.
Cameron dijo este lunes que "hace 30 años hoy, la población de Falklands sufrió un acto de agresión destinado a robarle su libertad y su modo de vida".
En una réplica a esta afirmación, Kirchner dijo que "no sólo se había atacado la libertad de los isleños. Parece que (Cameron) no estaba enterado de que estaba confiscada la libertad de todos los argentinos, había miles de detenidos desaparecidos" en el país en esa época.
Argentina reiteró que lucha por la soberanía se dará sólo en el campo diplomático, pero Londres anunció que el destructor "HMS Dauntless" zarpará esta semana rumbo al Atlántico Sur para una misión de seis meses, en lo que el ministerio de Defensa calificó de "despliegue de rutina previamente planeado".
Kirchner también reveló este lunes haberle enviado a la Cruz Roja Internacional un mensaje destinado a que "interceda ante el Reino Unido para identificar a los argentinos e ingleses", cuyos restos permanecen anónimos desde la guerra en tumbas marcadas como NN.
Las tensiones entre los dos países del G20 se agravaron a principios de 2010, cuando comenzó la exploración petrolera de varias firmas británicas en Malvinas, pero la escalada se agudizó e incluso Argentina impidió este año a un crucero turístico que venía de Malvinas desembarcar en puertos del sur.
En Gran Bretaña, veteranos y familiares de víctimas se congregaron en una sencilla ceremonia en el National Memorial Arboretum de Alrewas, en el centro de Inglaterra, para recordar a los muertos y a los que regresaron vivos del conflicto, y rezar por la "reconciliación" entre los dos países.
A tres décadas de la guerra, Malvinas goza de prosperidad con sus ingresos por las licencias de pesca, de unos 30 millones de dólares anuales, según cifras oficiales.
La industria lanera y el turismo representan otros fuertes ingresos para los malvinenses.