Desde Antioquia se pronuncian los cafeteros y denuncian que lo que está haciendo el gobierno Santos es otro “conejo”, igual al que le hicieron a los papicultores, sumándose a lo expresado por Yule Anzueta, vocero de la mesa nacional agropecuaria y popular: “No es cierto, como lo dice el Presidente, que ha querido comunicar a la opinión publica que ya está llegando a un acuerdo con los campesinos, cuando eso es totalmente falso”. Según Pachón, vocero de los paperos, “el Presidente engaña al pueblo; no tiene palabra; no ha cumplido una sola cosa”.
Cafeteros. Después de dos años con pérdidas de $ 20.000 por cada arroba de café producida, pese a recibir un auxilio de $ 165.000, los cafeteros se empobrecen cada día más y en decisiones individuales han empezado a abandonar las fincas, unos, y otros a dejar lotes en libre crecimiento, porque ya no dan más, no hay con qué invertir.
¿Resignados? Los arrestos de protesta parecen haber abandonado esta raza de emprendedores resignada a recibir un auxilio de $ 165.000, y por temor de irritar a un Ministro de Hacienda, educado y formado con los recursos de los cafeteros, que amenazó con quitarles el auxilio si protestaban, callan y sufren su quiebra, aferrándose a una esperanza inútil de pasar el día, porque el doctor Cárdenas, avalado por el Presidente, les ha recomendado: “manéjense bien para que se quiebren de últimos”
La quiebra. La Federación Nacional de Cafeteros ya solucionó su problema, que para los burócratas que allí laboran, liderados por Genaro Muñoz, la crisis es de producción y no de rentabilidad; es decir, que con los 10 millones de sacos producidos a pérdida por los cafeteros, la Federación canta victoria; ya tienen negocios por un volumen que les permitirá seguir operando, administrando el Fondo del Café y hablando de cuotas en el mercado internacional.
Cafés especiales. En épocas de dificultades económicas los colombianos compran lotería con la ilusión de ganarse el premio mayor y salir de la pobreza. La Federación y Corferias aprovechan la crisis y organizan una Feria de Cafés Especiales para venderles a los cafeteros y a los empresarios que le apuestan al grano un boleto de lotería de $ 9.000.000, representado en lo que le vale un stand para participar en la Feria, en la que la Federación les cobra a todos por servir de conector entre ellos y cafeteros y empresarios acuden con la ilusión de conseguir los clientes que les permitirán salir de la crisis que los agobia.
Soluciones. La Federación no representa a los cafeteros; defiende los negocios creados alrededor del café. De proteger a los cafeteros pondría en peligro esas actividades empresariales de comprar café, exportar, organizar ferias a costo de los cafeteros. Es como si la Federación de Comerciantes, con la plata de los comerciantes, decidiera montar negocios de grandes superficies en competencia con sus agremiados.