Rio de Janeiro recibirá a 45 jefes de Estado y de gobierno para la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos, el 5 de agosto, entre ellos los presidentes de Francia, Argentina y Colombia, informó el canciller brasileño, José Serra.
Además de François Hollande, Mauricio Macri y Juan Manuel Santos, en la inauguración en el Maracaná, dentro de 13 días, estarán el presidente de Paraguay, Horacio Cartes; y el primer ministro italiano, Matteo Renzi, según avanzó Serra en su visita al Palacio de Itamaraty de Rio de Janeiro.
Allí, en la sede carioca del Ministerio de Relaciones Exteriores, el gobierno interino de Brasil, con su presidente Michel Temer a la cabeza, recibirá a los 1.500 invitados previstos para el cóctel previo a la apertura de los primeros Juegos de Sudamérica.
Además de los 45 jefes de Estado y de gobierno, ya confirmaron su presencia 55 ministros de Deportes de todo el mundo.
A menos de dos semanas de los Juegos, la gran preocupación reside en la seguridad, después de la sucesión de atentados de las últimas semanas en todo el mundo.
Tras la matanza del pasado 14 de julio en Niza, donde fallecieron 84 personas y decenas resultaron heridas en un ataque reivindicado por el grupo Estado Islámico, el gobierno brasileño anunció que reforzará las medidas de seguridad de cara al mayor evento deportivo del planeta.
El jueves, la policía detuvo a diez personas en varios puntos del país por supuestamente planear ataques terroristas durante los Juegos de Rio. Todos, junto a un undécimo que estaba prófugo y se entregó el viernes, están recluidos en una cárcel de máxima seguridad en el estado de Mato Grosso do Sul (centro-oeste). La policía todavía busca a un sospechoso más.
Pese a la operación, las autoridades brasileñas siguen manteniendo que la probabilidad de que haya un ataque terrorista en el país anfitrión es "mínima".
"Aleta está todo el mundo. Si tenemos una Olimpiada, estamos doblemente alerta (...) Están siendo afectados países de Europa que no están organizando eventos. Este fenómeno del Estado Islámico es triste, sorprendente y precisa ser enfrentado", afirmó Serra, que se mostró confiado en el trabajo de las fuerzas de seguridad.