El presidente estadounidense, Barack Obama, solicitó durante una visita a Minneapolis, Minnesota (norte), que el Congreso tomara pronto iniciativas concretas para contener la violencia por armas de fuego.
"No habrá soluciones perfectas. No vamos a salvar todas las vidas pero podemos hacer una diferencia", señaló Obama en Minneapolis, ciudad pionera en esta lucha.
El presidente prometió durante su campaña redoblar esfuerzos en este sentido: "No necesitamos estar de acuerdo en todo, sino ponernos de acuerdo sobre el hecho de que ya es hora de hacer algo".
Entre su propuesta se encuentra mejorar la comprobación de los antecedentes de los portadores de armas para asegurar que éstas no caigan en manos de personas con enfermedades mentales, además de que se aborde la eliminación de las exenciones impositivas para las mismas.
Obama también insistió en la necesidad de renovar la prohibición de vender armas de asalto de estilo militar y argumentó que era tiempo de restringir la comercialización de cargadores de alta capacidad.
Flanqueado por la policía local, Obama aumentó su presión al Congreso pidiendo legislar "rápidamente" sobre las cuestión.
Fue el primer viaje de Obama fuera de Washington para abordar esta cuestión desde que se presentó el 16 de enero, un ambicioso plan mediante la firma de las medidas reglamentarias e instando a los funcionarios electos para prohibir la venta de este tipo de armas nuevas asalto y cargadores de más de diez balas.
En Minneapolis, elegida de acuerdo con la Casa Blanca por sus "pasos importantes" para reducir los crímenes con armas de fuego, Obama dijo que los políticos no pudieron salvar ninguna vida en los últimos incidentes, pero podrían al menos tratar de salvar a las víctimas potenciales de la violencia .
El Presidente mostró su impaciencia por el lento trabajo de los legisladores electos, más de siete semanas después de la masacre de la escuela de Newton (Connecticut, noreste), un tiroteo en el cual murieron 26 personas, incluyendo 20 niños estudiantes, el 14 de diciembre.
El debate sobre el endurecimiento de las leyes que regulan el uso y la venta de armas de fuego volvió al tapete con fuerza tras esa tragedia.
Ello obligó al gobierno a incluirla entre sus prioridades para el segundo mandato de Obama, luego que el su primer gobierno afrontara la cuestión con cierta timidez.
"Ha habido muchas declaraciones, muchas discusiones, mucha publicidad, pero todavía no hemos dado ningún paso concreto", dijo Obama en una reunión pública.
AFP