Barack Obama se reunirá este miércoles en Varsovia con su homólogo ucraniano, el proocidental Petro Poroshenko, recientemente electo, en un segundo gesto firme de Estados Unidos tras proponer el martes 1.000 millones de dólares para la seguridad en el este de Europa.
Mientras la violencia continúa en Ucrania, Poroshenko realiza en Varsovia su primera salida al exterior tras su elección, el pasado 25 de mayo.
En señal del fuerte apoyo norteamericano al nuevo régimen de Kiev, durante el encuentro ambos dirigentes podrían anunciar una ayuda militar estadounidense a Ucrania.
Casi al mediodía, Obama se encontrará además con una decena de jefes de Estado de Europa central y del este, reunidos en Varsovia para las celebraciones del 25º aniversario de las primeras elecciones democráticas en Polonia, exmiembro del bloque soviético, tras la caída del comunismo.
Estas celebraciones tienen connotaciones especiales y la presencia de Obama es especialmente simbólica teniendo en cuenta la crisis ucraniana, que enfrenta a Moscú con las capitales occidentales.
También el presidente francés François Hollande es esperado el miércoles en Varsovia, donde se reunirá con Poroshenko por la tarde.
El plan de seguridad de 1.000 millones de dólares es una "iniciativa para tranquilizar a Europa", que todavía tiene que ser aprobada por el Congreso estadounidense, y también permitiría a los países que no forman parte de la OTAN, como Ucrania, Georgia y Moldavia, trabajar con Estados Unidos y sus aliados occidentales para construir sus propios sistemas de defensa, según la Casa Blanca.
Obama pidió a sus aliados europeos que aumenten el gasto militar, lamentando los recortes en esta área en Europa a causa de la crisis económica, en una rueda de prensa tras reunirse con su homólogo polaco Borislaw Komorowski.
En Bruselas, los ministros de Defensa de los países miembros de la OTAN saludaron este plan de seguridad, y acordaron el martes medidas de seguridad para tranquilizar a sus aliados de Europa del este, inquietos por la crisis ucraniana.
El presidente estadounidense también pidió a Rusia que "use su influencia" ante los separatistas prorrusos en el este de Ucrania para que cesen sus ataques a las tropas gubernamentales, e impidan la llegada de combatientes y de armas a la región. Advirtió que una nueva "provocación" rusa en Ucrania podría acarrear nuevas sanciones económicas contra Moscú.
Obama estimó que sus esfuerzos para restaurar la confianza con Moscú habían quedado anulados por la actitud del presidente ruso, Vladimir Putin, respecto a Ucrania.
"Es justo decir que la reconstrucción de la confianza tardará un tiempo", comentó al respecto.
En Ucrania, las fuerzas leales a Kiev intensificaron el martes su ofensiva contra los separatistas prorrusos en los alrededores de su bastión de Slaviansk, donde murieron dos soldados y 42 resultaron heridos, y en la región de Lugansk, donde la aviación ucraniana "eliminó" a varios separatistas, según el presidente saliente Olexandre Turchinov.
La ofensiva lanzada desde hace casi dos meses por Kiev ha dejado más de 200 muertos entre los insurgentes, las tropas ucranianas y la población civil.
La OTAN indicó el martes que Rusia había retirado la mayoría de los 40.000 soldados que había desplegado cerca de la frontera con Ucrania, y que los que quedaban se preparaban para su retirada.
Tras los enfrentamientos entre guardias de frontera y separatistas prorrusos en Lugansk, el ministerio de Relaciones Exteriores ruso denunció un "crimen" de las autoridades de Kiev "contra su propio pueblo".
Estados Unidos, en contrapartida, afirma poseer "pruebas" según las cuales Moscú continúa permitiendo el pasaje de "combatientes y armas" en el este de Ucrania.
Rusia rechaza esta implicación y exige que Kiev finalice su "operación punitiva" en el este del país.
Después de su visita a Polonia, Barak Obama participará en una cumbre del G7 en Bruselas, el miércoles por la noche y el jueves, y en las celebraciones del 70º aniversario del desembarco en Normandía (norte de Francia), en las que participará también Vladimir Putin.
Sin embargo, así como los responsables estadounidenses avanzaron que Obama tendrá encuentros personales con Hollande, el primer ministro británico David Cameron y la canciller alemana Angela Merkel, no lo tendrá así con Putin, a pesar de que han conversado varias veces telefónicamente en los últimos tiempos a causa de la crisis ucraniana.
En cambio, el secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se reunirá por su parte con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, el jueves en París para hablar entre otros temas de la situación en Ucrania, indicó la portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki.
Por otra parte, en la capital francesa, el presidente Hollande compartirá el jueves mesa con Obama y Putin en turnos separados.