Presidente Obama reformará agencia de espionajes | El Nuevo Siglo
Martes, 25 de Marzo de 2014

 

Presionado desde hace meses por las revelaciones sobre el sistema de vigilancia de las comunicaciones telefónicas estadounidenses, el presidente Barack Obama se apresta este martes a poner fin a la controvertida medida, tal como lo reclaman los defensores de la vida privada.

Obama había anunciado a mediados de enero su intención de poner fin al sistema que permite a la agencia estadounidense de inteligencia (NSA) recuperar los datos telefónicos estadounidenses, en tiempo real, y almacenarlos para analizarlos durante cinco años.

El mandatario respondió así al escándalo internacional que tuvieron en el ojo de la tormenta a las agencias de inteligencia luego que el exanalista Edward Snowden (hoy refugiado en Rusia) divulgara numerosos archivos, filtrándolos a medios de prensa diversos y sacando a la luz un vasto sistema de espionaje mundial de Estados Unidos.

El viernes es la fecha límite para encontrar una solución que permitirá a la NSA vigilar los números sospechosos pero protegiendo las libertades constitucionales de los estadounidenses y minimizando los riesgos de violación de la vida privada.

- El Estado sin datos -

Durante una conferencia de prensa en La Haya, Obama describió el martes su opción favorita que, según él, impedirá hipotéticos abusos en el futuro.

"Asegurará que el Estado no guarda esos datos", explicó el mandatario.

"Confío en el hecho de que (esta reforma) nos permitirá hacer lo necesario para responder a los peligros de un atentado terrorista, pero lo hará de una manera que tomará en cuenta ciertas preocupaciones que se han manifestado", agregó.

El programa telefónico, heredado de la era post 11 de septiembre y secreto hasta junio del año pasado, es defendido desde hace meses por el Ejecutivo al asegurar que es uno de los arsenales de vigilancia más preciados.

Al recuperar los datos - número de dónde se emite el llamado, la duración y el horario de las llamadas - la NSA es capaz de tejer a partir de un número específico una red de vínculos de un sospechoso terrorista extranjero en territorio estadounidense.

Según publicó The New York Times, los datos telefónicos no serán entonces más almacenados en los servidores de la NSA, sino en el seno de los operadores.

En caso de que la NSA necesite esos datos, deberá pedir autorización a la justicia para obtener los de un número específico, identificado como sospechoso por los analistas de esa agencia.

El anuncio fue bien recibido por varias asociaciones y legisladores reformadores, especialmente entre los detractores demócratas de la NSA.

- Una reforma parcial -

Pero la Fundación Electronic Frontier (EFF, por su sigla en inglés) se quejó de que el proyecto de reforma presidencial solo incluye a los datos telefónicos y deja de lado los datos de internet de localización e informaciones financieras.

"La administración de Obama no va más allá de los programas telefónicos, que son importantes, pero no representan más que una parte relativamente pequeña de la vigilancia de la NSA, lo que en sí no pondrá fin a la vigilancia masiva", subrayó el EFF.

El programa telefónico, el primero en ser revelado por Snowden en junio de 2013, provocó un escándalo en Estados Unidos, donde una parte de la clase política estima que viola la clausula de la Constitución que protege a los estadounidenses contra todo registro excesivo.

Como toda reforma de esta amplitud debe ser aprobada por el Congreso, los responsables republicanos y demócratas de la comisión de Información de la Cámara de Representantes presentaron el martes un bosquejo de su proyecto.

Si bien la propuesta es "muy cercana" a la del presidente, no prevé un control judicial a posteriori, de manera a preservar la rapidez de reacción de la NSA.

"Estimo apasionadamente que este programa salvó la vida de estadounidenses y que es legal", explicó a periodistas Mike Rogers, el presidente republicano de la comisión. "Pero es verdad que provocó molestia entre los estadounidenses", añadió.