Varios miles de personas manifestaron bajo la lluvia en París el domingo, atendiendo el llamado de un colectivo de organizaciones de derecha, bautizado "Día de la ira", coreando consignas como "Hollande dimisión", que terminaron en incidentes y 150 detenidos, según fuentes policiales.
La policía estimó la cantidad de manifestantes en unas 17.000 personas, pero los organizadores calcularon 120.000, una cifra bastante exagerada, según los periodistas en el lugar.
Los organizadores, entre los que figuraban movimientos de derecha y ultraderecha, católicos y conservadores, denunciaron "la acción destructora" del gobierno que "conduce directamente hacia el abismo".
Los manifestantes pidieron al presidente François Hollande retirarse "de inmediato", o de lo contrario el "'Día de la ira' le perseguirá en las calles antes de echarlo mediante las urnas".
También lanzaron consignas "contra el matrimonio homosexual" y "Europa secesión, Francia es una nación".
Partidarios del controvertido humorista Dieudonné, uno de cuyos espectáculos fue prohibido recientemente a causa de su tonalidad antisemita, se encontraban presentes en la manifestación.
"Están ustedes aquí para clamar que están hartos, que ellos están más preocupados por sus aventuras (...) que por el desempleo y la libertad del pueblo de Francia", dijo en un altoparlante uno de los organizadores, que pidió permanecer en el anonimato, haciendo alusión a la revelación de la relación amorosa de François Hollande con la actriz Julie Gayet.
Otros oradores pidieron al Parlamento iniciar un procedimiento de destitución del presidente francés.
Al margen de la manifestación, una decena de militantes feministas del grupo Femen corearon consignas de protesta, antes de ser detenidas por las fuerzas del orden.
Al final de la manifestación se produjeron enfrentamientos entre las fuerzas del orden y varios centenares de jóvenes, que lanzaron proyectiles, botellas, petardos, barras de hierro y cubos de basura.
La policía reaccionó arrojándoles gases lacrimógenos.
Al menos 150 manifestantes fueron detenidos, según fuentes de las fuerzas del orden, y 19 policías resultaron heridos.
El ministro del Interior, Manuel Valls, condenó "con la mayor firmeza las violencias contra las fuerzas del orden cometidas por individuos, por grupos heteróclitos, de la extrema y ultra derecha, con el solo objetivo de crear desorden".