El presidente francés, el socialista François Hollande, se enfrenta al primer escándalo de amplitud de su mandato con la obligada dimisión del ministro de Presupuesto Jérôme Cahuzac, cuando su popularidad cae en las encuestas y la situación económica de Francia se degrada.

La renuncia de Jérôme Cahuzac, uno de los pilares del gobierno cae en muy mal momento, en plena preparación del presupuesto y horas antes del debate en la Asamblea Nacional (Cámara Baja) de una moción de censura presentada por la oposición de derecha, aunque la misma no tiene ninguna posibilidad de ser adoptada, dado que los socialistas tienen mayoría absoluta.

Cahuzac es sospechoso de haber tenido una cuenta bancaria en Suiza, lo que va a ser objeto de una investigación judicial, y aunque él sigue clamando su inocencia, las acusaciones de que es objeto empañan seriamente la imagen de gobierno "ejemplar" reivindicada por Hollande.

El presidente anunció que había aceptado la renuncia de Jérôme Cahuzac tres horas después que la fiscalía de París anunciara la apertura de una información judicial por blanqueo de fraude fiscal sobre este caso, tanto más explosivo cuanto Cahuzac presentó la lucha contra el fraude fiscal como uno de sus caballos de batalla.

La policía científica estimó probable que Jérôme Cahuzac sea la persona que habla de su cuenta en Suiza en una grabación telefónica hecha pública por el portal informativo Mediapart.

En Ginebra, el fiscal confirmó el miércoles que había recibido un pedido de ayuda judicial de las autoridades francesas en el marco de este caso, y que el mismo está "siendo examinado".

Al anunciar rápidamente la dimisión de su ministro, Hollande, que recalcó su "talento y competencia" y saludó su decisión de renunciar al gobierno "para defender su honor", quiso evitar la degradación de la situación.

"Entrábamos en un ciclo en el que el folletín judicial corría el riesgo de convertirse en folletín político", confió un colaborador del presidente, estimando que en nombre de la "ejemplaridad" había que "actuar inmediatamente".

En el Consejo de Ministros realizado el miércoles por la mañana, Bernard Cazeneuve, nuevo ministro del Presupuesto, ocupó el lugar de Cahuzac.

Emocionado hasta las lágrimas, Jérôme Cahuzac saludó poco antes, en la ceremonia de pase de poderes del ministerio, el nombramiento de su "amigo" Bernard Cazeneuve para sucederlo y afirmó que era "la única buena noticia".

Bernard Cazeneuve, que se desempeñaba hasta ahora como ministro de Asuntos Europeos, hereda una tarea difícil, dado que deberá reanudar rápidamente las discusiones iniciadas por su predecesor con sus colegas del gobierno para definir nuevos recortes a fin de reducir el déficit.

Esta pequeña reorganización no significa la llegada de caras nuevas al gobierno francés, dado que Bernard Cazeneuve es reemplazado en los Asuntos Europeos por Thierry Repentin, que se ocupaba de la Formación Profesional y cuya cartera es asumida por el ministro de Trabajo, Michel Sapin.

El miércoles por la tarde, el gobierno reorganizado afronta en la Asamblea nacional el debate sobre la moción de censura presenta por la oposición "contra la política económica del gobierno", que no tiene ninguna posibilidad de ser adoptada, pero que permitirá al primer ministro Jean-Marc Ayrault intentar remontar la moral de su campo, en momentos en que el crecimiento del país es casi nulo y el desempleo no cesa de aumentar.