El proceso de reparación colectiva que la Unidad para las Víctimas adelanta con la comunidad negra de Guacoche, en el departamento del Cesar, fue conocido ayer por el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim.
La visita se dio en el marco del ‘Proyecto de reparación colectiva a las víctimas para la reconstrucción social’, que forma parte del fondo multidonantes gestionado por esta institución y destinado a apoyar el posconflicto en el país.
El programa de reparaciones colombiano, que se convirtió en un referente internacional, se basa en cuatro leyes expedidas en 2011: una dirigida a población mestiza (Ley 1448); una enfocada en población indígena (Decreto-ley 4633); una orientada al pueblo Rom (Decreto-ley 4634); y otra dirigida a comunidades afrocolombianas (Decreto-ley 4635).
La autonomía de la comunidad afrodescendiente de Guacoche se vio afectada gravemente durante la década de los noventa debido a la violencia ejercida por los grupos paramilitares, quienes asesinaron al líder comunitario Argemiro Quiroz, restringieron la libre circulación y las prácticas productivas e impidieron la normal participación en elecciones populares. Sin embargo, la comunidad resistió a estos ataques y permaneció en su territorio.
El 11 de diciembre de 2015, Guacoche se convirtió en la primera comunidad afrodescendiente (de las 65 que se hallan en procesos de este tipo) en firmar el protocolo donde se detalla su plan de reparación colectiva, documento que sigue los principios del Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
Según la Unidad de Víctimas la comunidad ha participado activamente en el proceso de salvaguarda étnica y prevé poner en marcha este año diferentes medidas incluidas en dicho plan, tales como la rehabilitación comunitaria del río, la generación de un proyecto de bicicletas para fomentar el transporte rural y el fortalecimiento institucional de protección territorial.