El presidente sirio, Bashar al Asad asestó un duro golpe a la propuesta ruso-estadounidense de celebrar una conferencia de paz en noviembre, en Ginebra, al afirmar que "aún no hay condiciones" para que éstas tengan "exito".
Asad hizo estas declaraciones al tiempo que los países occidentales y árabes implicados intensifican sus esfuerzos para convencer a la oposición siria de que supere sus divisiones participe en esta cita, que debe realizarse, tras numerosos retrasos, a fines de noviembre en Ginebra.
En una larga entrevista transmitida el lunes por el canal libanés Al-Mayaden , Assad dijo que "aún no están reunidas las condiciones si queremos (que Ginebra 2 ) tenga éxito".
"¿Cuáles son las fuerzas que van a participar? ¿Qué relación tienen con el pueblo sirio? ¿Esas fuerzas representan al pueblo sirio, o representan a los Estados que las han inventado?", preguntó.
Asad señaló, además, que los Hermanos Musulmanes, uno de los componentes de la oposición siria, eran "un grupo terrorista y oportunista".
Sumamente dividida y desautorizada recientemente por varios grupos rebeldes que están en el terreno, la oposición debía decidir esta semana, en Estambul, su participación en Ginebra 2 , pero ha posterganod esta reunión para comienzos de noviembre .
El Consejo Nacional Sirio (CNS ), el principal grupo de la Coalición opositora, ya anunció que no iría a Ginebra y amenazó con la secesión si la Coalición participaba en las negociaciones.
El secretario de Estado norteamericano, John Kerry, se reunió este lunes, en París, con representantes de la Liga Árabe, antes de un encuentro, el martes, en Londres, de la oposición siria con los 11 países árabes y occidentales que la apoyan.
Por su parte, los ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE) también exhortaron el lunes a la oposición a participar unida y activamente en la conferencia de paz de Ginebra 2.
A su vez, la holandesa Sigrid Kaag, coordinadora de la misión conjunta de la ONU y la Organización para la prohibición de las armas químicas (OPAQ), encargada de eliminar el arsenal químico sirio, llegó el lunes a Damasco, donde supervisará esta peligrosa misión, la primera de esa organización en un país en guerra.
Mientras los diplomáticos multiplican sus exhortaciones e iniciativas, cuatro cohetes lanzados desde Siria cayeron el lunes en la ciudad de Hermel, en el este de Líbano, según una fuente de los servicios de seguridad, sin causar víctimas.
Hermel está ubicada al este del valle de la Bekaa, bastión del poderoso Hezbolá chiita, que apoya al régimen del presidente sirio Bashar al Asad.
La coalición siria dividida
La Coalición anunció este lunes que aplazaba a principios de noviembre una reunión interna prevista esta semana para fijar una posición sobre esta conferencia de paz que debería llevarse a cabo el 23 de noviembre en Ginebra.
El emisario de la Liga Árabe y de la ONU, Lakhdar Brahimi, invitió el lunes a "todos los que tienen un interés y una influencia en la situación siria" a participar en la conferencia de paz, tras una reunión en Bagdad con el primer ministro Nuri al-Maliki.
Brahimi advirtió el domingo de que las conversaciones llamadas Ginebra-2, destinadas a crear un gobierno de transición y a poner fin a casi tres años de combates, no podrán llevarse a cabo sin la presencia de una "oposición creíble" al presidente Bashar al Asad.
"Existe un acuerdo para tratar de llevar a cabo Ginebra-2 en noviembre, pero la fecha no ha sido fijada oficialmente", declaró Brahimi el domingo, después de reunirse con el jefe de la Liga Árabe, Nabil al Arabi, en El Cairo.
"Esperamos que tenga lugar en noviembre", agregó Brahimi, luego de que Al Arabi dijo que en principio la conferencia de paz tendrá lugar el 23 de noviembre.
Brahimi hizo estas declaraciones en la primera etapa de una gira por Medio Oriente destinada a obtener apoyo para la iniciativa destinada a poner fin a este conflicto que comenzó hace unos 31 meses y ha dejado más de 115.000 muertos, obligando a desplazarse a varios millones de personas.
Tras visitar Irak este lunes, el emisario viajará a Catar, Turquía, Irán, Siria y luego a Ginebra, para conversaciones con representantes rusos y estadounidenses.
Estados Unidos y Rusia han tratado de organizar esta conferencia luego del histórico acuerdo que lograron con Siria para que ese país destruyera sus armas químicas antes de mediados de 2014.
Sin embargo, la oposición ha criticado enérgicamente dicho convenio, que evitó bombardeos norteamericanos contra el régimen luego de un ataque con gas sarín que en agosto mató a cientos de personas.
La oposición también pidió a Asad que dimita como parte de cualquier acuerdo, mientras que el régimen ha insistido en que la cuestión de su partida no está sobre la mesa.
La Coalición Nacional señaló que sus miembros decidirán en los próximos días si asisten a las discusiones de Ginebra, mientras que el Consejo Nacional Sirio, un integrante clave del bloque, amenazó con partir si lo hacen.
Pero aunque la Coalición asista a la reunión de Ginebra, se ignora si es capaz de aplicar un acuerdo, después de que docenas de brigadas rebeldes rechazaron a esta organización colectiva en las últimas semanas.
Mientras tanto, los robeldes sirios aumentaron sus ataques, lanzando el fin de semana un asalto contra un puesto de control en Damasco y un ataque suicida con camión bomba en la ciudad de Hama (centro), controlada por el régimen.
El opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos afirmó que 43 personas --32 civiles además de tropas del régimen-- murieron en esos dos ataques./AFP