Un profesor, Gudni Johannesson, es el favorito de la elección presidencial que se celebra este sábado en Islandia, un país con la mente puesta en la Eurocopa de fútbol y atento al triunfo del Brexit en el Reino Unido.
Los colegios electorales abrieron a las 09H00 GMT para que puedan votar los 245.000 electores convocados a las urnas.
Las primeras estimaciones del resultado se conocerán a partir de las 22H00 GMT, hora de cierre de los últimos colegios electorales.
El presidente se elige en una sola vuelta y los institutos de sondeos coincidían en la posible victoria de Johannesson, un independiente de 47 años, novato en política, que se presenta por primera vez a una elección.
Gudni Johannesson tenía en los últimos sondeos una intención de voto de 44,6%, superando a Halla Tómasdóttir, una empresaria, que sumaba 18,6%, según la última encuesta del instituo Gallup publicada el viernes.
Los últimos días de campaña estuvieron eclipsados por los éxitos del equipo nacional de fútbol, que se clasificó para octavos de final por primera vez en la historia y jugará contra Inglaterra el lunes.
El referéndum en el que el Reino Unido decidió dejar la Unión Europea también ha dado mucho que hablar en un país que quiso ingresar en el bloque para luego renunciar.
Gudni Johannesson decidió presentarse a la elección presidencial tras estallar el escándalo de los Papeles de Panamá.
El escándalo reveló en abril pasado que el primer ministro, Sigmundur David Gunnlaugsson, tenía, como muchos de sus compatriotas, dinero en paraísos fiscales.
La indignación pública y varias manifestaciones masivas obligaron a Gunnlaugsson a renunciar.
Johannesson no está afiliado a ningún partido y su programa se centra en modernizar las instituciones, permitiendo entre otras cosas referendos de iniciativa popular.
Enfrenta a otros ocho candidatos con los que compite por la sucesión de Olafur Ragnar Grimsson, que se jubilará a los 73 años, 20 de ellos en el cargo.
El pasado persigue al que era su principal rival David Oddsson, de 68 años, antiguo primer ministro conservador (1991-2004) y gobernador del banco central (2005-2009).
Pero Oddsson, a quien muchos le atribuyen cierta responsabilidad en la espectacular crisis financiera de 2008, quedó relegado a un tercer lugar en las encuestas detrás de Halla Tomasdottir.
- Euforia nacional -
Como la mayoría de los votantes, el posible futuro presidente mantiene una posición hostil a una adhesión de Islandia a la UE.
En 2015, el país retiró su candidatura, depositada en 2009, después de negociaciones poco fructuosas y la vuelta al escenario político del euroescéptico centro derecha.
Pero la UE no fue uno de los temas centrales en la campaña. La atención giró en torno al favorito, que evitó las polémicas a pesar de los ataques del experimentado Odsson, según Gretar Eythorsson, profesor de ciencias políticas en la Universidad de Akureyri.
La votación tendrá lugar en medio de una atmósfera de euforia nacional. El turismo está viento en popa y la economía registra pleno empleo y aumento del poder adquisitivo. Las crisis que sacuden el resto de Europa (desigualdades, auge de los populismos, crispación por los refugiados) parecen lejanas.
Pero sobre todo, la victoria en la Eurocopa de la selección nacional contra Austria el jueves (2-1) ha dejado en segundo plano las cuestiones más difíciles, como la necesaria renovación de la clase política de este país de 334.000 habitantes.
Unos 10.000 han viajado para ver la competición en Francia, donde Islandia ha instalado oficinas de voto, una de ellas para sus futbolistas.
Tras estas elecciones, en otoño se celebrarán las legislativas, debido al escándalo de los papeles de Panamá, en las que los sondeos dan como favorito al Partido Pirata, formación que milita por una modernización radical de la vida política.