Preocupación en Defensoría por desnutrición infantil indígena | El Nuevo Siglo
Miércoles, 11 de Mayo de 2016

Los graves problemas de desnutrición que afrontan las comunidades indígenas de La Guajira se extendieron a otros tres departamentos,  alertó la Defensoría del Pueblo, luego de recorrer durante varias semanas las zonas más apartadas de Meta, Vichada y Guaviare.

De acuerdo con las misiones humanitarias, se encontró una situación crítica de desnutrición en los niños y niñas indígenas de las comunidades Sikuani, Jiw, Piapocos y Nukak.

Según la entidad, fue valorado el estado nutricional de 243 menores, de los cuales el 68% (165 casos) padece enfermedades asociadas a este fenómeno presente en otras regiones del país como el departamento de La Guajira.

Los menores de edad habitan en los resguardos y asentamientos de Puerto Concordia y Mapiripán (Meta), San José del Guaviare (Guaviare) y Cumaribo (Vichada), y pertenecen a las comunidades indígenas de las etnias Sikuani (44%), Piapocos (21%)  Jiw (30%) y Nukak (5%).

Niños con desnutrición severa y múltiples enfermedades asociadas a la desnutrición, así como varios casos de muertes de menores de cinco años de edad que no son reportados a las autoridades, son algunas de las denuncias realizadas por los líderes de los resguardos a la Defensoría del Pueblo.

La delicada situación para los menores de edad en estas comunidades, además de estar asociada a una carencia de alimentos y una dieta adecuada, tiene relación con enfermedades por parasitosis y problemas de saneamiento básico.

De la misma forma, las enormes distancias entre los centros urbanos y los asentamientos indígenas, la escasez de vías y medios de transporte, sumado a la falta de presencia de las EPS y su personal médico hasta los resguardos, agravan el panorama de las etnias, en particular de los niños y niñas.

Las comunidades afirman que cuando solicitan una ambulancia para recoger a las personas enfermas de gravedad nunca llega, y que las brigadas de salud esporádicas se limitan a la vacunación, dejando de lado temas relacionados con la higiene oral y la desparasitación.

En sus misiones humanitarias, la Defensoría también logró corroborar la falta de agua potable, hábitos inadecuados de aseo personal, problemas de higiene con los utensilios de uso doméstico, inadecuada manipulación de los alimentos y deficiente manejo de los desechos, circunstancias que contribuyen a la propagación de malestares gastrointestinales como la diarrea, así como de infecciones en la piel que afectan de manera directa a los niños y niñas menores de 5 años.

“El escenario es tan crítico que durante la visita humanitaria a Cumaribo (Vichada), en las 11 comunidades indígenas visitadas se encontraron tres casos de desnutrición severa, viéndose obligados los funcionarios de la Defensoría del Pueblo a coordinar con las autoridades médicas del municipio el traslado inmediato de estos niños, cuyas edades no sobrepasan los dos años, para iniciar los respectivos procesos de tratamiento y recuperación en centro hospitalario”, señaló la entidad.

Agregó que “vale destacar el caso de un niño del asentamiento Metiwa, quien con un año y medio de nacido registra un retraso grave en su desarrollo psicomotriz (no logra gatear ni caminar), además de presentar dificultades adicionales como macrocefalia y desnutrición severa, todo como consecuencia de la falta de atención médica oportuna, pues ni siquiera había sido vacunado”.

Para la Defensoría resulta preocupante que la mitad de los niños evaluados no estaban vinculados a ninguna EPS, situación agravada por el hecho de que el 30% no cuenta con un registro civil que lo identifique.