El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon, expresó este miércoles en Costa Rica su preocupación por la ola de niños centroamericanos que emigran solos a Estados Unidos con traficantes de personas, huyendo de la violencia y la pobreza que azota a sus países.
Ban, quien llegó en visita oficial procedente de Nicaragua, advirtió que los migrantes centroamericanos, especialmente los niños, que viajan a Estados Unidos ponen en peligro sus vidas y están expuestos a abusos como la explotación sexual y laboral.
"En este primer día mundial contra el tráfico de personas, expreso mi gran preocupación por los migrantes centroamericanos que viajan a Estados Unidos. Ellos son vulnerables al tráfico para explotación sexual, trabajo esclavo y otros abusos", manifestó Ban en una charla en la Corte Interamericana de Derechos Humanos, horas después de su llegada a Costa Rica.
Cifras oficiales estadounidenses indican que unos 57.000 menores han ingresado a Estados Unidos desde octubre, en su mayoría procedentes de Guatemala, El Salvador y Honduras, el llamado Triángulo Norte, en lo que fue considerado por Ban como una crisis humanitaria que "desató alarma".
"Todos los países afectados deben unir fuerzas contra el tráfico humano y el contrabando de migrantes, y proteger plenamente los derechos de los migrantes, particularmente de los niños desacompañados", manifestó.
La situación de los menores migrantes motivó una reunión el viernes pasado de los presidentes Otto Pérez (Guatemala), Salvador Sánchez Cerén (El Salvador) y Juan Orlando Hernández (Honduras) con el gobernante estadounidense Barack Obama.
Obama reafirmó la política estadounidense de repatriar a los inmigrantes que ingresan ilegalmente al país, incluso en el caso de menores que llegan a reencontrarse con sus familiares, que generalmente también son indocumentados.
- Violencia y cambio climático -
La ola migratoria de menores ha sido atribuida en gran parte a la violencia que acosa a los tres países centroamericanos, donde pandillas reclutan forzosamente a los menores, así como a la falta de oportunidades económicas pues la pobreza afecta a entre 50% y 70% de sus poblaciones.
Ban dijo estar "especialmente preocupado por la violencia en el Triángulo Norte", considerada la zona más violenta del mundo sin conflicto bélico: la tasa de homicidios por cada 100.000 habitantes es de 90 en Honduras, de 41 en El Salvador y de 39 en Guatemala, según el último informe de la ONU publicado en abril pasado.
"La inseguridad está enraizada en la desigualdad, la pobreza, instituciones débiles, la impunidad y la corrupción. El crimen organizado requiere una respuesta regional basada en el pleno respeto de los derechos humanos y el imperio de la ley", agregó.
La situación ha sido aprovechada por los traficantes de personas, conocidos como coyotes, que convencen a las familias de que los niños no serán deportados, debido a una excepción en una ley estadounidense de 2008, y cobran miles de dólares por llevarlos a Estados Unidos, en un trayecto plagado de peligros.
Además de abordar el tema de la crisis humanitaria, Ban destacó la necesidad de que América Latina respalde las negociaciones para alcanzar en 2015 un acuerdo vinculante para reducir las emisiones causantes del cambio climático.
En un acto a favor de un transporte ambientalmente sano, el secretario general de la ONU acompañó a miembros de la Red Ambiental de Movilidad Urbana en un pequeño recorrido en bicicleta por el céntrico Parque España, aledaño a la cancillería.
Recordó que convocó para el 23 de septiembre, en Nueva York, una conferencia de gobernantes mundiales para establecer "metas ambiciosas para enfrentar el cambio climático" y destacó que América Latina celebrará cumbre sobre el tema en diciembre en Lima, Perú.
Tales citas anteceden la Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, prevista para finales de 2015 en París, donde según Ban se espera definir la agenda futura para enfrentar el calentamiento global.
"Cuento con los gobernantes de esta región (América Latina) para que sea un éxito" la negociación, manifestó Ban.