En un caos se convirtió la batalla por la sucesión del ex presidente francés, Nicolas Sarkozy, al frente del partido conservador UMP (oposición) porque los dos candidatos en liza, el expremier Francois Fillon y al secretario general del partido, Jean-François Copé atribuyéndose la victoria y lanzándose acusaciones de fraude en esta votación organizada el domingo.
Dejen ya "las invectivas", lanzó el exministro de Relaciones Exteriores y fundador de la UMP, Alain Juppé, al secretario general del partido, Jean-François Copé y al antiguo primer ministro François Fillon. Denunció una situación "lamentable" y el riesgo del "estallido" de la formación política, huérfana del expresidente Nicolas Sarkozy.
"El movimiento sale dividido y por lo tanto debilitado de esta confrontación intempestiva. A lo largo de la campaña, se ha tratado menos del futuro de la UMP que del de dos protagonistas obsesionados con las (elecciones presidenciales) de 2017", criticó Juppé, quien no había tomado partido por ninguno de los dos candidatos.
"Necesitamos, lo repito, más que nunca a una gran formación de la derecha y del centro y eso es lo que está en juego. Lanzo un verdadero grito de alarma, es la existencia misma de la UMP la que está hoy en juego, entonces hay que detener esta confrontación", insistió.
Al igual que el domingo, los dos rivales volvieron a salir a la palestra ayer para subrayar su confianza en su victoria y para tomar la cabeza del partido.
Preguntado por el canal de televisión BFMTV-RMC sobre si consideraba haber ganado, Jean-François Copé, de 48 años, respondió: "Mi respuesta es sí. Espero sereno que la comisión de validación lo confirme", añadió el diputado y alcade de Meaux, ciudad cercana a París.
"A esta hora, nuestro recuento confirma el avance de François Fillon, pero únicamente las cifras definitivas y oficiales permitirán decidir la situación", respondió poco después el ex primer ministro francés, de 58 años.
Unos 300.000 militantes estaban convocados para eligir al nuevo presidente durante tres años, un puesto clave para dar el salto a la próxima elección presidencial en Francia. La participación habría superado el 50%.
"Ha habido fraudes importantes", "hay más papeletas en las urnas que firmas de electores. Es desolador", afirmó Copé, quien señaló a las oficinas electorales gestionadas por "amigos" de Fillon, diputado de París.
La comisión interna encargada de validar los resultados, que había suspendido durante la noche sus operaciones de recuento, reanudó su trabajo el lunes.
Varias figuras del partido no excluyen una nueva votación, como la exministra Valérie Pécresse. "Vivimos en directo el estallido de la UMP", se alegró el domingo un alto responsable del Frente Nacional (extrema derecha), Florian Philippot./AFP