Los precios de los alimentos subieron 6% en julio con relación a junio, poniendo fin a tres meses consecutivos de bajadas, debido a la carestía de cereales y azúcar, anunció este jueves la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El índice FAO de precios de los alimentos se sitúa en un promedio de 213 puntos, 12 puntos más que en junio, pero sigue estando lejos de los 238 puntos de febrero de 2011, indica la organización en un comunicado.
El índice de la FAO del precio de los cereales alcanzó una media de 260 puntos, 38 puntos más que en junio y está a 14 puntos de su récord absoluto de 274, alcanzado en abril de 2008, recuerda la organización.
En Estados Unidos, la sequía arruinó los cultivos de maíz, haciendo subir los precios en un 23% en julio.
El precio del trigo también subió 19%, ante las perspectivas de una caída de la producción en Rusia, mientras que la demanda se mantendrá debido a las reservas limitadas de maíz.
"El grave deterioro de las perspectivas de los cultivos de maíz en los Estados Unidos a causa de los daños provocados por la sequía hizo subir los precios del maíz en casi un 23 por ciento en julio", explicó la entidad.
Sin embargo, el precio del arroz permaneció prácticamente sin cambios en julio.
En cuanto al azúcar, el precio subió en julio por las condiciones meteorológicas en Brasil, principal exportador mundial, así como en India y Australia, subraya FAO en su comunicado.
"La subida, que puso fin a una caída constante desde marzo provocada por las lluvias a destiempo en Brasil, que dificultaron la cosecha de caña de azúcar", precisa en la nota.
El índice mide los cambios mensuales en los precios internacionales de una cesta de productos básicos.
La entidad de Naciones Unidas subraya que los precios internacionales de la carne y productos lácteos apenas sufrieron cambios.
Los precios de la carne tuvieron un promedio de 168 puntos en julio, 3 puntos menos (1,7 por ciento) comparado con junio y la tercera caída mensual consecutiva. Los cuatro principales sectores cárnicos se han caracterizado por la debilidad del mercado, en especial el porcino, que vio los precios caer un 3,6 por ciento.
Los precios de los productos lácteos obtuvieron una media de 173 puntos en julio, sin cambios desde junio, después de cinco meses consecutivos de descensos, calcula la FAO.