Portugal sigue con los recortes pese a protesta | El Nuevo Siglo
Miércoles, 3 de Octubre de 2012

El gobierno portugués anunció un aumento generalizado de los impuestos en 2013 dentro un nuevo plan de reformas y recortes que sustituye al que tuvo que abandonar frente al descontento popular y de los sindicatos, que tienen previsto convocar una huelga general.

 

El gobierno aumentará el impuesto sobre la renta con una tasa extraordinaria del 4% y reducirá al mismo tiempo de 8 a 5 los baremos existentes, indicó el ministro de Finanzas, Vitor Gaspar, en una conferencia de prensa.

El tipo impositivo medio pasará así de 9,8% en 2012 a 13,2% en 2013, añadió el ministro, sin especificar cuanto recaudaría el gobierno con esta medida.

"El ajuste está siendo más difícil de lo previsto", explicó el ministro en referencia al aumento de las previsiones de desempleo para el año que viene, que podrían alcanzar el 16,4%, frente al 16% previsto inicialmente.

 

Las nuevas medidas forman parte del presupuesto para 2013 que será presentado el 15 de octubre ante parlamento e incluirán aumentos de impuestos sobre los ingresos del sector privado pero también sobre los ingresos del capital y del patrimonio.

Passos Coelho tuvo que renunciar a un plan anterior de recortes que consistía en compensar la reducción de cargas sociales para los empresarios con un aumento de cotizaciones sociales de los asalariados, un proyecto que desató las protestas de miles de personas que se manifestaron el 15 de septiembre en Lisboa y otras treinta ciudades del país.

 

El principal sindicato portugués, la CGTP, tiene previsto convocar una jornada de huelga general tras haber conseguido el pasado sábado movilizar a unas 100.000 en el centro de Lisboa.

Las nuevas medidas fueron transmitidas a la Comisión europea, que dio su aprobación, dijo recientemente el presidente de la Comisión, el portugués José Manuel Barroso.

 

Descontento social

Las nuevas medidas, exigidas por la troika de acreedores de Portugal (Unión Europea, Fondo Monetario Internacional y Banco Central Europeo), son la condición para que el país reciba un nuevo paquete de ayudas de 4.300 millones de euros que forma parte de un plan de rescate de 78.000 millones de euros acordados en mayo de 2011.

La troika había acordado el anterior proyecto de Passos Coelho y, a cambio, había aceptado limitar sus objetivos de reducción del déficit y acordarle un año más para cumplirlos (2014 en vez de 2013).

 

El gobierno logró además este miércoles superar un test en los mercados y cerró con éxito un intercambio de obligaciones que le permitió aplazar hasta 2015 el reembolso de cerca de un tercio de los 10.000 millones de euros de títulos que vencían en septiembre de 2013.

"Esta operación marca el regreso de Portugal a los mercados de la deuda pública", dijo el ministro de Finanzas.

 

Frente a la confianza de los mercados, el gobierno se enfrenta cada vez más a la desconfianza de la población, que hasta ahora parecía aceptar las duras medidas de ajuste en un país que prevé una desaceleración de su economía de un 3% este año y que tiene cerca de un 16% de la población activa en paro.

Dos formaciones de extrema izquierda, el Bloque de Izquierda y el Partido Comunista, presentaron mociones de censura que tendrán que ser debatidas el jueves en el parlamento.

 

Aunque no hay ninguna posibilidad de que se aprueben, porque el gobierno de centroderecha tiene una amplia mayoría, son sin embargo un indicador del aumento de tensión política y social en el país.