Labores de inteligencia permitieron a la Policía capturar a Edwar Marín Zapata alias “Rambo”, jefe de “Los Rastrojos” en Valle del Cauca. El delincuente asumió el control de la banda criminal, en esa región del país, luego de la detención de alias “Picante” en septiembre de 2013.
Investigadores lo ubicaron en zona rural del municipio de Toro (Valle del Cauca), donde vivía su compañera sentimental. La mujer publicó una selfie o autofoto en las redes sociales, en la que aparecía junto al escolta personal de alias “Rambo”. El registro alertó a los uniformados sobre el lugar donde se escondía, y en la madrugada organizaron una operación que terminó con su detención.
Durante seis meses la Policía Nacional recopiló testimonios e interceptaciones telefónicas avaladas judicialmente, que evidenciaron la frialdad con la que el delincuente ordenaba homicidios en Buga, Bugalagrande, Tuluá y Andalucía (Valle de Cauca), y dirigía ataques con granadas contra los comerciantes o ganaderos que se negaban a pagar extorsiones.
Alias “Rambo” heredó la contienda armada que su antiguo jefe alias “Picante”, mantenía con alias “Porrón”, otro integrante de la banda “Los Rastrojos”, por el dominio criminal en el norte del Valle del Cauca. En esa disputa murieron personas inocentes, que fueron confundidas con los adversarios. Así lo reconoció el mismo “Rambo” en varias conversaciones telefónicas con su grupo de sicarios.
Alias “Rambo” es una prioridad para la DEA. Reportes de la agencia estadounidense lo reseñan como un narcotraficante que habría ingresado a la banda “Los Rastrojos” en 2008. Comenzó como custodio de los cargamentos de cocaína que salían del Cañón de Garrapatas, y posteriormente se convirtió en uno de los sicarios más buscados en el suroccidente del país.
Edwar Marín Zapata alias “Rambo”, fue presentado ante la autoridad judicial que lo requiere por los delitos de narcotráfico, concierto para delinquir y homicidio agravado. En el lugar de su captura los investigadores encontraron la cámara con la que fue captada la “selfie” que su compañera publicó en redes, y varios registros audiovisuales que dan cuenta del uso de fusiles M-4 y otras armas de largo alcance.