En medio de la andanada que periódicamente se suelta desde el Centro Democrático contra el candidato vicepresidencial Garmán Vargas Lleras, ayer el senador electo por esa colectividad Álvaro Uribe se preguntó: “¿Qué pasaría con el doctor Germán Vargas Ll., ahora también con Maduro, Farc y Petro?”, tuiteando a continuación que “siquiera el doctor Vargas Lleras no le dijo gamines a los terroristas de las Farc, habría sido un elogio”, agregando que “los gamines son alegres, extrovertidos, no se tuercen. Todos los gamines votarán por Óscar Iván Zuluaga”.
En respuesta, el senador vallecaucano Roy Barreras, del Partido Social de Unidad Nacional (La U), trinó que “los gamines votarán por Zuluaga, dice Uribe, y también los chuzadores, los saboteadores de la paz, los calumniadores y los que viven de la guerra”.
El término gamines aplicado aquí tiene que ver, como se recordará, con uno de los tantos ataques del uribismo a Vargas.
El 30 de abril, el exdiputado uribista Juan Carlos Santamaría se deslizó en un acto de campaña que lideraba Vargas en Arauca.
Santamaría se dedicó durante la intervención de Vargas a interrumpirlo, mientras grababa con su celular, seguramente no interesado en las propuestas políticas del exministro sino pendiente de que su estrategia de sabotaje diera resultado y registrar la reacción.
Efectivamente, molesto por las constantes interrupciones de Santamaría, Vargas pidió que no lo interrumpieran: “A mí no me interrumpa que esto no es Consejo Comunal y yo no soy Álvaro Uribe. No me interrumpa. Nadie se ha robado la plata de las regalías. No me sabotee la reunión. ¿Quién lo mandó a sabotear esto? Cuando esto se acabe vamos y le muestro las casas. Esto así con este gamín no se puede”.
Como era de esperarse, el resultado de la provocación fue utilizado por el uribismo, especialmente por el propio Uribe y la fórmula vicepresidencial de Zuluaga, el exministro vallecaucano Carlos Holmes Trujillo.