La violenciay la delincuencia que azotan Latinoamérica será el tema que abordará el Barómetro de las Américas en el año 2014.
Así lo anticipó Mitchell Seligson, director del Barómetro de las Américas y del Proyecto de Opinión Pública de América Latina (Lapop), que realiza las encuestas en 26 países de la región.
EL NUEVO SIGLO: ¿Cómo están preparando el Barómetro de las Américas 2014?
MITCHELL SELIGSON: Tenemos 26 países, en cada país tenemos un grupo académico que nos da insumos, como aquí en Colombia del proceso de paz; en Centroamérica, por ejemplo, tenemos un gran enfoque sobre la violencia, las maras, por ejemplo, y así vamos formando un cuestionario, que tarda un año entero para producirlo, y cada dos años, o sea que 2004, 2006, 2008, 2010, 2012 y ahora en 2014, vamos a las casas y sacamos 1.500 entrevistas por país.
ENS: ¿Cuál será el énfasis que se le dará a la encuesta en 2014?
MS: El énfasis en 2014 es sobre el problema de la violencia en las calles, en las casas, etc. Ese ha sido un problema muy grave. El enfoque va a ser general sobre actitudes democráticas, sobre apoyo al sistema, tolerancia política y participación de grupos excluidos, en un bloque de preguntas especiales sobre la violencia y delincuencia que ha azotado a muchos países en la región.
ENS: ¿Qué tanta receptividad han tenido por parte de los gobiernos los resultados del Barómetro de las Américas?
MS: La reacción ha sido muy positiva porque soy un académico, pero es una herramienta que ellos pueden usar para un diagnóstico comparativo. Si yo le digo a usted, bueno Colombia el porcentaje de la pregunta es 50, ¿ese 50% significa algo bueno o malo? Comparando esto con otros 25 países, uno sabe exactamente dónde está Colombia entre sus vecinos.
Por ejemplo, hicimos una pregunta sobre actitudes frente a los derechos de los gais de participar en política y hay una variación enorme. En Uruguay, Argentina, Estados Unidos y Canadá están de acuerdo. En el Caribe tenemos una homofobia fuerte. En Jamaica, Haití están muy en contra. Entonces hay una variación enorme. Entonces cada gobierno, por ejemplo, la persona interesada en la política pública puede decir ‘bueno, ¿dónde estamos nosotros comparados con otros países?’. Los datos están en la web, todo el mundo puede bajarlos sin costo y los informes en PDF también están ahí.
ENS: ¿Cuál es la meta de a dónde quiere llegar el Barómetro?
MS:Es un servicio que estamos prestando a la comunidad de América Latina, a los académicos, a los estudiantes para que puedan tener un espejo para verse y de forma comparativa en la región.
Bueno, el uso ha sido enorme puesto que hay muchas publicaciones, libros, artículos, periódicos que sacan la información sobre esto. Ese es el propósito de nosotros de teclear un bien que puede ser usado por el público del mundo, hasta en China están bajando los datos porque hay preguntas sobre la imagen de China en América Latina.
ENS: ¿La financiación de este proyecto por parte de agencias norteamericanas como la Usaid influye en algo sobre los resultados que presenta?
MS:No, ellos financian el proyecto, mi propia universidad, Vanderbilt University, está invirtiendo bastante en esto. El Banco Interamericano, por ejemplo, tiene interés en la cuestión de delincuencia. Ellos en parte están financiando la parte de la encuesta para poder darles los datos necesarios para determinar las políticas de ellos, dónde van a invertir; igual que la Usaid, que tiene su presencia aquí en Colombia y en muchos países en América Latina. Necesita esto para un diálogo con los gobiernos, con las ONG. Los datos objetivos de lo que piensa la gente pueden ser de buen uso y los donantes reconocen esto.
Anual
Mientras que el Barómetro de las Américas se hace cada dos años en el resto de Latinoamérica, en el caso de Colombia es anual.
Seligson dijo que esto se explica por el “gran apoyo de Usaid aquí, hemos podido investigar aquí con más profundidad que en otros países, y la gran ventaja que la Universidad de los Andes como un socio de nosotros ha tenido los recursos de llevar a cabo desde el año 2004, y que representa una gran ventaja que ningún otro país la tiene. Los otros tienen que esperar un par de años para ver los resultados nuevos”.