Que el servicio de transporte público contratado a través de plataformas digitales pueda ser prestado únicamente por taxis o también por vehículos particulares son las opciones planteadas al Congreso por las iniciativas que están en mora de empezar a debatirse.
El primer proyecto fue radicado el 13 de octubre por el representante Jorge Gómez y el senador Jorge Enrique Robledo, ambos del partido Dignidad; el otro fue presentado el 20 de julio por congresistas de varias bancadas (Centro Democrático, Partido Conservador, Cambio Radical, Partido Liberal y Partido Social de Unidad Nacional, La U) y que el 27 de agosto se acumuló con cuatro más impulsados por legisladores de esas colectividades, como también de la Alianza Verde, Colombia Renaciente y Colombia Justa Libres.
Ambas iniciativas deberían recibir primer debate en la Comisión Sexta de la Cámara, pero todavía no han sido agendadas.
Para el representante por Bogotá, Mauricio Toro, de la Alianza Verde, que apoya el segundo proyecto, “los ciudadanos debemos defender nuestro derecho y libertad de escoger con tranquilidad en qué nos queremos movilizar. No nos pueden someter a la dictadura del taxismo, al monopolio de un sector. Eso es inexplicable en una economía de libre mercado. Hay que regular justamente”.
Pero el senador Robledo consideró que las protestas de “los taxistas que sí cumplen la ley” no se deben a que se opongan “a mejorar el servicio y a las plataformas. Es porque Uber los arruina violando las leyes y tramitan una ley para legalizarle su ilegalidad, montando el taxismo de los vivos y el de los bobos”.