Llega a Bogotá el secretario de Estado norteamericano Antony Blinken por dos días para participar en un encuentro ministerial sobre migración e instalar el Diálogo de Alto Nivel Colombia-Estados Unidos. Es el más alto funcionario que viene al país en los 10 meses que ajusta el gobierno de Joe Biden, apenas unos días después de que el presidente Duque finalizara la segunda de dos visitas de trabajo que desarrolló en esa nación.
La visita oficial del Secretario de Estado norteamericano responde a la invitación formulada a principios de este mes por la vicepresidenta y canciller, Marta Lucía Ramírez, durante la reunión de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en París.
Ramírez y Blinken conversaron ayer nuevamente por teléfono para afinar detalles de esta visita, diálogo en que además los altos funcionarios resaltaron su compromiso por acordar una visión regional común para la crisis migratoria que se vive en la región, así como por utilizar la Conferencia que se llevará a cabo esta semana para tomar medidas concretas que atiendan los retos inmediatos.
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Al respecto, la vicepresidenta y canciller reiteró la importancia de crear un grupo élite de lucha contra la trata de personas e hizo énfasis en la participación de los bancos multilaterales y los países para generar desarrollo y oportunidades en América Latina, que permitan frenar el éxodo y ayuden a atender a los migrantes, bajo los principios de humanidad y corresponsabilidad entre los países.
De igual forma, propuso adelantar un censo para determinar cuántos migrantes en tránsito hay en Latinoamérica, así como cuál sería el costo de su atención y retorno.
Por su parte, el secretario Blinken enfatizó en centrar la Conferencia actual en entregables concretos en el inmediato plazo, en beneficio de todos los países participantes, con el compromiso de que esta actúe inicialmente para dar una discusión sobre la generación de mejores oportunidades en América Latina en el mediano plazo, así como la concurrencia de entidades multilaterales para la financiación de comunidades y países receptores.
Es la tercera visita oficial del secretario Blinken a Latinoamérica pues ya estuvo en Costa Rica y México, y en esta oportunidad además de Colombia incluye a Ecuador, a donde arribará hoy a Quito para reunirse con el presidente de esa nación, Guillermo Lasso.
El subsecretario de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Brian A. Nichols, dijo ayer que "la visita del Secretario a Colombia y Ecuador envía una clara señal de que apoyamos democracias vibrantes e inclusivas que respetan los derechos de sus ciudadanos".
Mañana, Blinken viajará a Bogotá, donde se reunirá con el presidente Iván Duque y con la vicepresidenta y canciller Marta Lucía Ramírez.
En tanto que el próximo jueves el alto cargo norteamericano copresidirá el encuentro ministerial sobre migración en la región, que se enfocará en los mayores flujos en la actualidad, el de venezolanos debido a la crisis económica y social durante el régimen de Nicolás Maduro, y el de haitianos, generado por la extrema pobreza y la inestabilidad política.
En este sentido, tanto el presidente Duque en la reunión que tiene prevista con Blinken como luego la vicepresidenta canciller Ramírez en el encuentro ministerial, expondrán cómo han impactado el país estos dos flujos migratorios, pues en el caso de los nacionales venezolanos en este momento hay 1,8 millones de personas, buena parte de los cuales han requerido atención de emergencia y acceso a servicios de salud y educación, entres otros.
En tanto que en la migración de haitianos si bien Colombia no es país de destino sino que lo usan como corredor para pasar a Centroamérica en un intento por llegar a Estados Unidos, genera un grave problema humanitario por el represamiento de esta población en su tránsito, en mayor medida en el municipio de Necoclí, en Antioquia, en donde hasta 10 mil haitianos han estado en un mismo momento esperando poder pasar hacia Panamá.
Relación bilateral
En menos de un año del gobierno del demócrata Joe Biden las relaciones con Colombia se han fortalecido de una manera sorprendente, tanto por la rápida evolución como porque se ha ampliado la agenda en comparación a como venía con la administración de Donald Trump, que se había centrado en la lucha contra el narcotráfico y contra la dictadura en Venezuela por la vía de la presión diplomática.
Sin embargo, Biden de entrada quiso fortalecer el diálogo con Latinoamérica, que había sido secundario para Trump, y en esa nueva política se ha mostrado muy interesado en Colombia y en robustecer las relaciones binacionales que ya tienen más de 200 años.
El primer contacto de la administración Duque con el nuevo gobierno de Biden se produjo a finales de enero pasado, precisamente con el secretario Blinken.
En esa oportunidad la entonces canciller Claudia Blum y Blinken manifestaron la intención de fortalecer el trabajo para la reactivación poscovid, la defensa de la democracia en la región, la lucha contra el cambio climático y las estrategias integrales contra el crimen transnacional y el narcotráfico”.
A finales de febrero pasado, Biden envió a Duque una misiva en la que se comprometió con la agenda bilateral de Colombia y Estados Unidos.
"Asumí la Presidencia con los ojos claros sobre los abrumadores desafíos globales y regionales que se avecinan, pero también ansioso por revitalizar relaciones importantes y duraderas con socios como Colombia", dijo Biden en la carta.
En esa oportunidad, Biden también felicitó al presidente Duque por su liderazgo para implementar el Estatuto Temporal para los migrantes venezolanos.
Igualmente en junio pasado, los dos mandatarios sostuvieron un diálogo telefónico en el que se reafirmó la condición histórica de los dos países como socios. Solo falta un encuentro físico de los dos jefes de Estado.
Por su parte, el presidente Duque ha manifestado su interés de que la relación con Estados Unidos se fortalezca aun más en cooperación y en materia comercial. Incluso en una reunión que sostuvo con los senadores Benjamin Cardin y Roy Blunt, planteó que el Plan Colombia que comenzó en 1999 con ayuda de los norteamericanos para seguridad y lucha contra el narcotráfico, se haga permanente pero ahora “que se base en seguridad, en valores democráticos, comercio, inversión y algo sumamente importante y es la forma como vamos a combatir juntos el cambio climático”.
No obstante, el tema del narcotráfico sigue latente en el diálogo con Estados porque Colombia se mantiene como el mayor productor mundial de cocaína, y los cultivos ilícitos crecieron, por lo menos en las cuentas de la Oficina de Política Nacional de Control de Drogas de Estados Unidos, que dijo que pasaron de las 212 mil hectáreas en 2019 a 245 mil en 2020.
Empero la medición de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc) indica que en el 2020 hubo una reducción del 7% en los cultivos ilícitos.
Sin embargo, en septiembre pasado, el presidente Biden dio el visto bueno para que el Departamento de Estado certifique a Colombia en la lucha contra los narcóticos.
El documento de la Casa Blanca señaló que el Gobierno colombiano superó la meta de erradicar en 2020 unas 130 mil hectáreas de cultivos de coca, logrando destruir 130.147 a pesar de las dificultades que se presentaron por el confinamiento derivado de la pandemia.
Así mismo, el memorando destacó que Colombia “continuó aplicando una agresiva política antinarcóticos en 2020 y 2021, en consonancia con los cinco pilares articulados en su estrategia nacional antinarcóticos”.