Los sindicatos del Ministerio de Trabajo aprobaron entrar en huelga. Con 1.225 votos a favor y 368 en contra, la determinación es clara y refleja un contundente respaldo a la medida de paro laboral.

La presidenta de una de las agremiaciones, Maritza Manrique, explicó que esta decisión se basa en "incumplimientos sindicales que se firmaron en 2023", subrayando así la importancia de las demandas no satisfechas por parte de la administración.

Según Maritza Manrique, presidenta de una de las agremiaciones, la decisión se basa en "incumplimientos sindicales que se firmaron en 2023". Este hecho se presenta como la gota que colma el vaso en un largo historial de tensiones entre los trabajadores y la administración. De hecho, el descontento se fundamenta en un presunto incumplimiento del Acuerdo Colectivo 2023-2025, firmado apenas en abril de este año.

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Las cifras de la votación son contundentes, pero ¿qué implicaciones tiene esto? A nivel práctico, la huelga resultará en la suspensión de servicios en todas las oficinas del Ministerio de Trabajo en los 32 departamentos del país. Este cese de actividades, sin embargo, no afectará el salario de los funcionarios, al menos por el momento.

Las raíces del conflicto entre sindicatos y la administración no son recientes. Desde 2013, promesas incumplidas han alimentado la tensión entre ambas partes. Este no es el primer episodio de protesta; en 2017, los sindicatos estuvieron en huelga durante 42 días.

La situación se torna aún más compleja ante el contexto político y legislativo. Mientras los sindicatos votaban por la huelga, en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes se discutía el proyecto de ley de Reforma Pensional. La ministra Gloria Inés Ramírez declaró avances en la reforma, pero la atención está ahora en cómo se manejará la crisis laboral.