Uno de los resultados que ha sido más polémico del Censo de Población 2018 es que según el DANE indicó a finales de noviembre pasado la población que se autorreconoce como negra, afrodescendiente, raizal y palenquera es de 2.982.224 personas. Una disminución del 30% respecto al Censo de 2005, cuando se contaron 4.311.757 ciudadanos de a esta etnia.
Este resultado del Censo de Población 2018 fue cuestionado en su momento por ONG étnicas como la Conferencia Nacional de Organizaciones Afrocolombianas, que manifestó en un comunicado “los datos entregados por el DANE evidencian el genocidio estadístico al cual nuevamente después de 14 años (Censo 2005), se enfrenta la población afrocolombiana, perpetuando la invisibilidad estadística. Existe un subregistro poblacional y por ende una ausencia de datos reales que permitan una verdadera transformación de las comunidades étnicas y por ende ratifican el racismo estructural que afecta a la población negra, afrocolombiana, raizal y palenquera”.
De igual forma este fin de semana la investigadora y activista afro Claudia Mosquera Rosero-Labbé, quien está al frente de la Escuela de Post Prados de la Universidad Nacional en su sede en Valledupar, se refirió a los resultados de este Censo en materia de población afrocolombiana. Indicó que el DANE “debe reconocer que tuvo errores de procedimiento, que no hizo su trabajo como debía, que debe asumir su responsabilidad política por desaparecer a más de un millón de afrodescendientes. Debe mirar técnicamente cómo se podría resarcir ese error y comprometerse a hacer estudios especializados de la relación entre deserción escolar y racismo”.
Añadió la académica que “sabemos que en muchas ciudades colombianas nuestros niños abandonan el sistema escolar porque no soportan el matoneo racial. Necesitamos más estudios específicos hechos por el DANE (no por las universidades) sobre mercado laboral, racismo y color de la piel. Necesitamos estudios para saber cuál es el color de la piel de la población carcelaria del país. Y necesitamos saber cuántos jóvenes negros son objeto de ‘limpieza social’, debido a su color de piel y por sus condiciones de vida en la principales ciudades colombianas”.
En su momento el director del DANE, Juan Daniel Oviedo, justificó que la caída de 30 % en el autorreconocimiento afro no implica que estas poblaciones hayan disminuido en su número.
Añadió el funcionario que “estamos aceptando que la pregunta pudo haber tenido unas dificultades operativas, específicamente por la dificultad de recursos y de sensibilización. No estamos diciendo que la disculpa sea que a los negros de los contextos urbanos les dé pena autoidentificarse como negros. No estamos diciendo eso, pero existen algunos argumentos que en algunas situaciones pudo suceder”. Y agregó que “en Colombia la identificación étnica se da a través del proceso de autorreconocimiento o autoindentificación a partir de unas condiciones sociales, fenotípicas, de lengua, de cultura”.
Dijo también Oviedo “tenemos una solución y es que el DANE certifique oficialmente que la población que se autorreconoce como negra, afrodescendiente, raizal y palenquera corresponde a 4.671.160 personas tomando encuesta de calidad de vida, que se va a realizar anualmente, con el mismo nivel de precisión que nos va a garantizar la estabilidad”.