Se está discutiendo en el Senado un proyecto de ley que crea el “Servicio social para la paz”, que constituye una opción distinta a la del servicio militar obligatorio para los jóvenes.
De acuerdo con el senador Iván Cepeda (Polo), uno de los defensores de esta iniciativa, la contribución social de los jóvenes no debe limitarse al uso de las armas, sino que puede expresarse de múltiples formas en los territorios y con las comunidades étnicas, diversas, rurales y urbanas.
“En un país con tantas desigualdades como Colombia son los jóvenes de estratos 0, 1, 2, y 3 quienes principalmente prestan el servicio militar, más del 99% de los conscriptos pertenece a la población más pobre del país, convirtiéndose el reclutamiento en un factor de fomento de la inequidad social”, señaló.
El congresista indicó que “darles a los jóvenes colombianos la posibilidad de prestar un servicio alternativo al militar e implementar el servicio social para la paz, en temas tales como servicios sanitarios, sociales o educativos, conservación del medio ambiente, derechos humanos, mejora del medio rural, protección de la naturaleza, entre otros, permite que los jóvenes puedan escoger entre distintas opciones de vida y con ello se fortalece el sentido de pertenencia nacional y se promueve la construcción de la paz”, finalizó Cepeda.
En la otra orilla hay congresistas que no ven adecuado el cambio y consideran que el servicio militar obligatorio debe quedarse tal como está.
Por ejemplo, el congresista Luis Eduardo Díazgranados (Cambio Radical), advirtió que este proyecto de ley es inconveniente, toda vez que se desconocen no solo los objetivos superiores que guían el servicio militar y la necesidad imperiosa para Colombia de seguir contando con sus soldados, sino que subestima todas las actividades complementarias de índole social, ambiental y otras que resultan valiosas para las comunidades y que son realizadas por los soldados.
“Pero fundamentalmente se considera inconveniente, porque además establece incentivos para quienes opten por un ‘servicio social para la paz’ mayores o en todo caso mejores que los incentivos y condiciones actuales para la prestación del servicio militar obligatorio. Esto conllevaría al abandono paulatino de las filas de la Fuerza Pública, poniendo en serias dificultades a las instituciones encargadas de garantizar la seguridad, la soberanía e instituciones de Colombia” señala el senador de la Comisión Segunda.
Así mismo, opinó que el problema no es que se cree un servicio social, sino que a través de ese servicio social pretenda debilitarse directamente el servicio militar obligatorio, equiparando a quienes realicen un servicio social con quienes asumen los rigores y sacrificios propios del servicio militar, a través del reconocimiento de iguales derechos.
Finalmente, invitó al Congreso para que en lugar de propender la eliminación del servicio militar obligatorio, se propenda por su fortalecimiento y especialización.