Gabriel Sonny Cubillos
Periodista EL NUEVO SIGLO
Carlos Ossa Escobar, exconsejero presidencial para la Paz durante el gobierno del presidente Virgilio Barco, rememoró la época en que este cargo también era responsable del plan de rehabilitación de zonas de violencia, a diferencia de hoy, cuando el Alto Comisionado de Paz solo se ocupa del diálogo con las guerrillas.
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué cambios le dio a la figura del Consejero de Paz el gobierno de Barco frente a la administración Betancur, que la creó?
CARLOS OSSA ESCOBAR: En el gobierno de Betancur el Consejero no tenía mayores facultades distintas de los diálogos que se llevaban a cabo con las Farc. Era el doctor John Agudelo Ríos, me acuerdo muy bien porque lo reemplacé a él, quien simplemente buscaba la forma de acercar al Gobierno al diálogo con las Farc.
Por otro lado, estaba un plan de rehabilitación de las zonas afectadas por la violencia, el cual no tenía relación con las labores del consejero presidencial en el gobierno de Betancur. Entonces cuando llega Barco, lo primero que él hace es darle el estatus más alto posible al consejero, fui designado, y me dio como el rango de ministro. Entonces el consejero era el responsable del plan de rehabilitación, que llevaba todas las inversiones a las zonas afectadas por la violencia y era también el responsable de llevar a cabo y de informar al Gobierno sobre el avance de los diálogos con las Farc.
El consejero presidencial era uno de los cargos más altos del Gobierno. Yo asistía a los consejos de ministros, asistía al Conpes. La oficina de rehabilitación elaboraba el presupuesto para los municipios y las zonas afectadas por la violencia, coordinada por los distintos ministerios. Entonces se mantiene la línea de Barco pero se le da un impulso muy grande al plan de rehabilitación que en el gobierno de Belisario apena sí reflejaba tímidamente el interés del Gobierno de llegar a las zonas de rehabilitación.
En el caso de Barco, las inversiones dentro del plan de rehabilitación crecieron sustancialmente en el número importante de municipios, proceso en el cual la participación de los campesinos y de los habitantes de las distintas zonas era algo estructurado. Existía en cada uno de los municipios del plan de rehabilitación, los consejos municipales de rehabilitación donde asistían las organizaciones políticas, las organizaciones de campesinos y allí se distribuía el presupuesto para cada municipio.
ENS: ¿Frente a lo que se tiene en la actualidad, considera que se ha avanzado en la figura del consejero de paz, hoy comisionado?
COE: El consejero para la reconciliación y la normalización tenía una gran relevancia a nivel del Gobierno, y dentro de las prioridades del Gobierno estaba invertir en las zonas de rehabilitación con una amplia participación ciudadana. Cuando viene el gobierno de Gaviria prácticamente se desmonta todo este esquema con el argumento de que si en la constituyente se aprobó, digamos, una política en la cual se consagró la descentralización de parte importante de los recursos del Estado en los municipios, entonces el gobierno de Gaviria consideró que no tenía sentido, me parece que es una gran equivocación, seguir con el plan de rehabilitación porque con la reforma constitucional los municipios van a asumir buena parte de la inversión que se estaba haciendo a través del Gobierno central.
Entonces en mi concepto, lo que le sucedió a Gaviria fue que la política de paz y la política de inversiones concertadas con las organizaciones campesinas en los municipios de rehabilitación pasó a un segundo plano, prácticamente se desmontó.
Eso fue durante Gaviria, durante Samper, durante Pastrana, que hubo una figura del consejero presidencial para la paz, que no manejaba sino lo relativo a los diálogos con las guerrillas, pero todo el tema del plan de rehabilitación prácticamente llegó a su punto más alto al final del gobierno de Barco, y después ese componente de la política de paz, pues prácticamente se desmontó.
Plan Colombia
Ossa dijo que “en el gobierno de Pastrana se establece el Plan Colombia como una especie de complemento de la política de paz con la ayuda norteamericana para desarrollar una política de inversiones que coincidiera con el proceso de paz. Pero en el gobierno de Pastrana no existía esa relación tan estrecha entre una política de paz con la guerrilla y las inversiones del Estado, que se canalizaran básicamente a través de un nuevo proyecto que se llamó el Plan Colombia”.