LA PLENARIA de la Cámara de Representantes retomará mañana la discusión y votación de la polémica reforma gubernamental de la salud, por lo menos eso indica que aparece en el primer lugar del orden del día de la sesión citada para la 1 de la tarde.
Entre el 9 y el 10 de octubre pasado, la plenaria de la Cámara aprobó más del 40% del articulado del proyecto: 63 artículos y 8 fueron suprimidos. Sin embargo, cuando se pensaba que tras la suspensión casi por dos semanas de la actividad en el Congreso por cuenta de las elecciones regionales y locales, el pasado miércoles se acogió una proposición que aplazó el debate para este martes.
Es un momento clave para los intereses del Gobierno en su intención de que se apruebe la reforma, que es rechazada por los partidos de oposición e independientes por considerarla inconveniente para el sistema y la prestación del servicio. Incluso se temía que podría hundirse en la plenaria de la Cámara también debido a lo debilitada que se encuentra la coalición. No obstante, el Partido Liberal ha dado la mano para la aprobación en bloque de más del 40% del articulado.
Sin embargo, quedan por votar en la plenaria los artículos más polémicos de la reforma como la eliminación de las EPS, a las que se les ofrece la oportunidad de permanecer en el sistema como gestoras de salud y vida, abandonando de esta manera el rol que han tenido por tres décadas en el aseguramiento del servicio y el aseguramiento financiero.
Otro de los puntos polémicos de la reforma que fue aprobado en primer debate en la Comisión Séptima de Cámara es concentrar los recursos del sistema en la estatal Adres.
En la actualidad la Adres gira los recursos a las EPS para que éstas, a su vez, procedan como aseguradoras a pagar a los prestadores los servicios. Lo que se propone es que, con la desaparición de estas empresas, la entidad controle la facturación y directamente realice los pagos a clínicas y hospitales.