Hace 15 días el exministro Luis Eduardo Garzón anunció a través de EL NUEVO SIGLO su intención de entrar en la baraja de precandidatos a la Alcaldía de Bogotá, manifestando su distancia de una posible polarización de la campaña entre petristas y peñalosistas.
Garzón es uno de los posibles nominados dentro del movimiento En Marcha, principalmente integrado por disidentes del Partido Liberal.
Que el pulso Petro-Peñalosa podría ser un derrotero del proselitismo que podrían llegar a oír los bogotanos en los poco más de siete meses que faltan para la cita con las urnas, lo parecían anunciar los continuos contrapunteos del anterior Alcalde con su sucesor en redes sociales.
Además, hasta entonces solo se conocían las candidaturas confirmadas del exsecretario Miguel Uribe, defensor de la obra del actual burgomaestre Enrique Peñalosa, y del concejal Holman Morris, escudero del anterior Mandatario distrital.
Mientras Uribe sigue adelante con su aspiración a la espera de que las fuerzas políticas de centroderecha acuerden algún mecanismo para definir una candidatura única, Morris ha visto envolatada su intención de defender la gestión de Gustavo Petro por cuenta de un conflicto con su pareja que llevó a las petristas a darle la espalda. Colombia Humana ya tiene al exsecretario Jorge Rojas como precandidato. Morris debió conformarse con el aval del Movimiento Alternativo Indígena y Social (MAIS).
Al igual que la centroderecha, la izquierda habrá de definir un mecanismo para concretar un candidato único. En uno y otro caso, lo ideal sería que ese mecanismo fuera una consulta interpartidista. El Consejo Nacional Electoral fijó el 26 de mayo como la fecha para que se hagan certámenes de esa naturaleza en todo el país. El problema es que los partidos deben formalizar antes del 12 de marzo su intención de participar (de hecho se amplió el plazo, pues inicialmente se vencía el 26 de febrero).
Ya han cumplido con el requisito la Unión Patriótica y Colombia Humana, este último movimiento por doble vía: a través de la representante Ángela María Robledo y del comité promotor de la candidatura de Rojas.
El exsecretario Uribe seguramente hará lo propio en los próximos días, al igual que el Polo Democrático, colectividad que definió al concejal Celio Nieves como su precandidato, y el movimiento Activista, que lidera el ex viceministro Luis Ernesto Gómez (disidente liberal).
También acudirían a expresar su intención los verdes, aunque todavía está allí el ambiente agitado luego de que el exsenador Antonio Navarro lanzara al agua a la también exsenadora Claudia López. Como se sabe Navarro viene promoviendo su aspiración hace varios meses, en tanto que López, tras ser fórmula vicepresidencial de Sergio Fajardo, habría aceptado disputar la vocería verde y luego la candidatura de los sectores alternativos.
A propósito de Fajardo, que representó a la Coalición Colombia, integrada por Alianza Verde, Polo y Compromiso Ciudadano en las presidenciales del año pasado, ha dicho que el movimiento que lidera no se mediría a una consulta en la que participe el petrismo.
Tampoco estaría en consulta alguna el exsenador Carlos Fernando Galán, quien como lo ha publicado este Diario renunció a Cambio Radical y aspiraba a poder tener el aval del Nuevo Liberalismo, pero ese movimiento por lo pronto no tendrá personería jurídica, por lo que la salida será recoger firmas.
En cambio sí verán en los próximos días a la dirigencia del Centro Democrático llevar la intención de enfrentar a su candidata, la concejal Ángela Garzón, con quienes designen otras fuerzas de centroderecha, entre las que seguro estarán el Partido Conservador, MIRA y Colombia Justa Libres.
Por cierto, todavía hay en las filas uribistas quienes no aceptan de buena gana la candidatura de la concejal Garzón. Sin embargo, un escenario parecido fue el que se le presentó al hoy presidente Iván Duque y ya vimos lo que pasó.
Todavía no se sabe qué determinación tomarán Cambio Radical, La U y el Partido Liberal.
Lo que se rumora es que en la centroderecha entre los nombres que se quieren proponer hay varios pesos pesados de la política, incluyendo dos ex vicepresidentes, para poder remontar los resultados de las presidenciales en Bogotá.
Como se recordará, el 27 de mayo la primera vuelta presidencial en Bogotá la ganaron Fajardo y López con 1.240.799 votos (33,77%), seguidos de Petro y la hoy representante Robledo con 1.098.478 votos (29,9%).
La fórmula de Duque y Marta Lucía Ramírez que en primera vuelta solo contabilizó en Bogotá 983.931 votos (26,78%), también perdió en la segunda vuelta: Petro y Robledo obtuvieron 1.884.869 votos (53,35%), mientras que por Duque y Ramírez se registraron 1.447.685 votos (40,98%).
Sin embargo, aunque es previsible que la centroderecha concrete un escenario de unidad, aún no se ve un candidato fuerte que los aglutine para emprender la remontada electoral; mientras que al otro lado la única deserción sería la de Fajardo, que en Bogotá no tiene mucha fuerza: su éxito en la primera vuelta es más atribuible a los sectores verdes y polistas que lo acompañaban.
Como se ve, los próximos siete meses serán bastante movidos en la arena política capitalina.