EL EXCOMANDANTE de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), Salvatore Mancuso, regresará mañana al país, donde sería recluido en la cárcel de La Picota, en vista de que sobre él pesa una orden de captura emitida por la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Barranquilla, al ser vinculado en más de 130 crímenes.
Como se sabe, el exlíder paramilitar regresará desde Estados Unidos, donde cumple una pena de 16 años por el delito de tráfico de drogas. Se espera su llegada a las 3:00 de la tarde, en un vuelo chárter junto con otros deportados.
Las acusaciones en su contra abarcan delitos como homicidio, desplazamientos y desapariciones forzadas, además de reclutamiento ilícito y violencia de género.
Su arribo a Colombia se concreta una semana después de una cita hecha por la Fiscalía General de la Nación a la que no pudo asistir por problemas de salud y que tenía como fin obtener su declaración en contra del expresidente Álvaro Uribe, acusado de presunta manipulación de testigos.
También se conoce que hay una solicitud de libertad, la cual está siendo tramitado por el Tribunal Superior de Bogotá, respaldada por el Gobierno nacional, que lo designó como gestor de paz recientemente. Ante ello, la Justicia Especial para la Paz (JEP), tras considerar que los aportes hechos en audiencias previas han sido efectivos, respaldó el nombramiento del Ejecutivo, situación que ha generado controversia en el país.
Salvatore Mancuso ha dicho que su condena en los Estados Unidos por narcotráfico ya fue completada. No obstante, la medida de aseguramiento emitida por tribunales de Colombia se mantiene. Como es sabido, el excomandante paramilitar fue extraditado a Norteamérica en el año 2028. Desde allí ha contribuido con las autoridades colombianas, a través de la JEP.
Sobre la medida de aseguramiento, el tribunal ha sido que “en criterio de Salvatore Mancuso, esas medidas de aseguramiento siguen activas debido a una imputación en la justicia ordinaria que se tramita hace más de 8 años por un supuesto delito cometido con posterioridad a la desmovilización, con fundamento en el artículo 37 del Decreto 3011 de 2013, que, a juicio del actor, es inconstitucional”.
¿Por qué vuelve?
La semana pasada, el ministro de Justicia, Iván Velásquez, se pronunció sobre el regreso del excombatiente.
“Ya está previsto un sitio de reclusión para el momento en el que arribe. Tenemos varios sitios dispuestos donde se pueda garantizar la mayor seguridad de esta persona. Mientras, si algún juez específicamente determina que deba permanecer recluido en algún lugar, o si, en virtud de su nombramiento como gestor de paz, los jueces determinan que sea dejado en libertad, ya veremos”, dijo el titular de la cartera.
Aun cuando fue designado gestor de paz, aún tiene varias cuentas pendientes con la justicia del país y estaba en duda si podría realizar dicha tarea en libertad o desde la cárcel.
“Designar como gestor de paz al señor Salvatore Mancuso Gómez para que, conforme al sistema jurídico de protección de los Derechos Humanos y vigencia del Derecho Internacional Humanitario, contribuya con su conocimiento y experiencia al diseño de procesos de desarme colectivo de los grupos ilegales que actúan en todo territorio nacional, priorizando las zonas donde ejercicio su actividad criminal”, dice la resolución del nombramiento.
Asimismo, Mancuso tendrá una serie de compromisos que deberá cumplir para seguir con el cargo en mención.
“El señor Salvatore Mancuso Gómez firmará un acta ante la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, en la cual se comprometerá a asistir personalmente a las diligencias judiciales en Colombia y a rendir informe sobre las actividades desarrolladas en la calidad de gestor de paz”, agrega el documento.
De la misma manera, es importante mencionar que el 17 de noviembre, la Sala de Definición de Situaciones Jurídicas de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) aceptó el sometimiento de Mancuso “como sujeto incorporado a la Fuerza Pública, entre 1989 y 2004”.